El día a día en las escuelas nos demuestra que el acoso en las escuelas, conocido como bullying, es un fenómeno más frecuente de lo que muchos pensaban, que no se da sólo en grupos adolescentes. Ha llegado la hora de que la sociedad asuma su responsabilidad y afronte el problema. El primer paso para hacerlo es reconocer que tras cualquier caso de bullying hay tres vértices de un triángulo que debemos estudiar: la víctima, el acosador y el grupo testigo.<;br:GT;