RAMMSTEIN: SEXO, SANGRE, METAL Y FURIA

Sinopsis de RAMMSTEIN: SEXO, SANGRE, METAL Y FURIA

Nacieron en un país desaparecido, aún cuando uno de sus miembros -Christian Flake Lorenz- todavía conserve su tarjeta de identidad de la antigua República Democrática Alemana precisamente para no olvidar sus raíces. Eligieron su lengua materna para transmitir un mensaje que, hasta entonces, sólo conocía el inglés como vehículo de expresión. Sin intención deliberada de provocar, pusieron el dedo en la llaga sobre asuntos considerados tabú en el mundo occidental, y lo hicieron de una forma tan agresiva como inteligente. Sobre ellos cayeron toda clase de intentos de censura, infamias, acusaciones y rumores malintencionados. E incluso,la fuerza motriz de su creatividad y de su éxito estuvo a punto de devorarles. Y aún así, triunfaron. La historia de Rammstein, este singularísimo grupo asociado convencionalmente al llamado Metal Industrial, es sobre todo una historia de abnegación, de voluntad y de creer con una convicción admirable en una manera de hacer música y en una forma de comunicarla. Rammstein, desde Alemania, cantando en su propio idioma, y haciendo una propuesta musical, ideológica y estética no solo anti-comercial sino radicalmente anti-convencional en el ya de por sí poco convencional mundo del rock, consiguieron conectar con toda una generación que posiblemente estaba cansada de los arquetipos que dominaban la escena rockera en los años 90, y que primero en Alemania, después en Europa y más tarde en todo el mundo, les ha hecho un referente imprescindible para comprender la evolución del rock en el siglo XXI. Rammstein son un grupo de éxito mundial, y como sucede en la mayoría de las ocasiones, ese éxito fue el fruto de muchos años de arduo y callado trabajo. Llegado el éxito masivo, el vértigo que produce llegar a la cumbre del estrellato en la música también produjo monstruos a los que tuvieron que enfrentarse y a los que supieron vencer gracias a esa voluntad de hierro que caracteriza su personalidad. De hecho, si no existiera esa quizá inevitable asociación de ideas con el título de aquella película propagandística de los ideales nacionalsocialistas de Leni Riefenstahl, y de las que tanto ha intentado huir el grupo, la historia de Rammstein bien podría llamarse El Triunfo de la Voluntad.