Montones de cadáveres, incluso a la tercera generación, señalarán sin voz a las miradas de los mortales que siendo perecedero no hay que pensar más allá de ello, pues la Desmesura, al florecer, da comu frulo la espiga del Ofuscamiento, de donde se recoge una cosecha totalmente deplorable.
La sombra de Dario: "cuando el hombre corre hacia su ruina los dioses vienen a su ayuda..."
La sombra de Dario: "Nadie desdeñe su suerte de ahora para intentar la dicha ajena, no sea que así pierda aún la suya..."