Si bien el abigarrado universo kitsch español apareció retratado en buena parte de su obra temprana, Pedro Almodóvar ha sido considerado como su gran reivindicador a partir del éxito de Mujeres al borde de un ataque de nervios, la película que significó su despegue internacional. "Amaba mucho el kitsch, y era natural incluirlo en mis películas. Los objetos y decoraciones kitsch servían para definir mis gustos y mis personajes", ha contado. "En el kitsch pueden haber cosas horribles y sin interés, así como cosas espléndidas y delicadas. Yo escogía las cosas que me gustaban". Este libro analiza su obra partiendo de la formulación revulsiva -que consistía en poner en la pantalla personajes, temas, conductas, decorados y ambientes que no habían sido reflejados con respeto por el cine de su país- hasta nuestros días, en que, para volver a ser moderno, se ha convertido en clásico.