PAPRIKA

Veamos, lo primero que diré es que, pese a mi amor por las pelis de ciencia ficción, siempre voy a preferir los libros de este genero, porque difícilmente llego a sentir que la gran pantalla les hace justicia. Aún así, incluso dentro de la gama de subgeneros que posee la ciencia ficción, en donde me inclino gravemente por el Steampunk y el Cyberpunk, realmente me fascina la forma suave en la que llevan aquí el avance de la tecnología. Me atrevo a decir, que en este libro, la membrana que sostiene el argumento de la tecnología como núcleo del conflicto es lo suficientemente delgada para romperse en el momento adecuado, de la forma adecuada y caer de lleno en la fantasía. Para algunas personas podría ser desagradable el sinsentido perteneciente a los sueños y el cómo poco a poco este se va ligando con la realidad, hasta robarle toda lógica. Pero insisto en que la ciencia ficción y la fantasía hicieron una excelente liga. No desatendieron los significados, términos y estudios psicológicos que atañen al subconsciente (sede de los sueños). Además de que hay cierta lógica que permanece presente dentro de toda aquella locura. Es ligero y fresco, como buen libro japonés, fácil de digerir. Considero a los personajes sencillos en su desenvoltura, agradables por tener muy marcados sus originales estereotipos. O sea, por un lado la doctora Atsuko Chiba, nominada al premio Nobel, prestigiosa científica, guapa, fría y muy dueña de sí misma, alterna con su alter ego "Paprika" a la hora de tratar a sus pacientes, volviéndose voluble y en exceso sensible para poder conectar bien con ellos. Por el otro lado está Tosaku Tokita, un genio experto en tecnología y electrónica, también nominado al Nobel; inseguro, aniñado, dulce y malcriado que adora con todo su ser a la doctora Atsuko y trabaja en conjunto con ella para desarrollar los PT (Aparatos de Psicoterapia) y más tarde los Mini DC (Colector Dédalo). En la bandeja de los antagonistas están Seijirou Inui, Vicepresidente del Instituto de Psiquiatría. Un fanático religioso, inflexible, perteneciente a una secta secreta donde todos los integrantes sufren de delirios de grandeza. A su disposición tiene a Morio Osanai, un psiquiatra guapo, soltero, muchos años más joven que él, con quien comparte la meta de ganar poder y ascender en el escalón social mediante un complot. Ellos no desean que Torataro Shima siga como presidente del instituto, ni que Atsuko y Tokita ganen el nobel. Repito, yo adoré demasiado este libro. NO se parece en casi nada a la maravillosa película (homónima) dirigida por Satoshi Kon. Quizá sigan resaltando los mismos elementos, pero les garantizo que la trama empieza y desemboca por lugares muy diferentes.