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Sinopsis de PAIS DE NIEVE (MANGA)

"La inolvidable historia de amor entre un hombre rico de mediana edad que intenta escapar de la rutina de su matrimonio y una joven aprendiz de geisha. Un relato de amor no correspondido, de desamor y de soledad ambientado en Niigata, el País de Nieve, la región más fría de Japón.  Adaptación de la obra cumbre de Yasunari Kawabata, primer japonés en ganar el Premio Nobel de Literatura, en un manga bellamente ilustrado que nos narra la historia de un triángulo amoroso en el que cobran especial protagonismo la belleza del paisaje y la nieve que todo lo envuelve."

6 reseñas sobre el libro PAIS DE NIEVE (MANGA)

Su historia es bellísima, sin embargo he quedado con la sensación de que me falto saber algo y creo que aún me falta madurez literaria para apreciar esta obra. A lo mejor se me ha escapado por la cultura japonesa tan distinta. También siento que no lo han contado todo, aunque no es muy necesario, Kawabata creo personajes profundos y complejos como cualquier persona, contaba lo justo, varias veces esperé más, que pasará más, pero no me disgustó el hecho de que no llegara a más, ya que deja libre a la imaginación del lector. Su forma de escribir me encanto, delicada, descriptiva, que te transporta al país de nieve, sin embargo en partes se me hizo algo pesada. Tengo esa sensación de que se me pasó algo por alto, puede ser por el hecho de que perdí un poco el hilo, ya que no pude tomarlo en hartos días. Volveré a leerlo, mas adelante, con otra visión y comprensión, me gustó pero no lo pille del todo. Eso sí, leeré otros libros de Yasunari, ya que su forma de escribir no me dejo para nada indiferente


Si necesitas lecturas de ritmo rápido, éste no es tu libro. Pero si buscas algo breve y bellísimo, bienvenido al País de Nieve. A decir verdad, terminé este libro anoche y pensé, "bueno, pues a dormir y mañana escribo una rápida reseña". Pero esta novela se ha adueñado de mi durante esta noche mal dormida y ahora no sé ni que decir. La novela habla de la soledad ( oye, que últimamente parece que tengo un radar para esas historias...), es enigmática y frustrante, triste y de alguna manera, mágica. ¿Por qué mágica si no hay elementos de fantasía en esta historia? Porque la prosa de Kawabata, es como un manto de haikus preciosamente tejido, un manto que te coge, te lanza y te zambulle en su mundo, donde Kawabata está profundamente fascinado por la naturaleza, los olores, los sonidos, los colores y el alma humana, y por la manera en la que nos narra y describe esta historia, nos dice que en realidad no necesita explicarte la profundidad de cada personaje o sus dramas, sólo necesita empaparte de ese mundo frío e inhóspito que es País de Nieve, y en su manera de hacerlo hace que sientas que estás allí, dentro de lo bello, dentro de lo triste. (Espera un momento, no tiene este autor un libro que se llama así? "Lo bello y lo triste"?" En fin que me voy por las ramas...) La historia nos cuenta el viaje de Shimamura, un hombre adinerado, que viaja de vacaciones solo a las montañas, dejando atras a su mujer y su hijo (marido del año, aquí el muchacho) para volver a ver a una aprendiz de geisha que conoció en un viaje anterior, Komako. Pero Komako ya no es aprendiz y ha cambiado, pero ha seguido esperándolo, en el País de Nieve, una región japonesa de montaña donde nieva mucho más que en el resto del país, donde la nieve puede alcanzar 4 metros. Y así vemos (sentimos) la historia de amor entre estas dos personas, destinado al más absoluto fracaso desde el minuto uno, pero que no por eso arde menos. Él, distante, frío, ella voluble y ardiente, crean el contraste con ese clima helado y árido, entre chupito de sake y chupito de sake. En fin, que sí, que es bello, es triste y el argumento, más que argumento es una experiencia sensorial. La belleza, los silencios y la elegancia envuelven esta historia y no te escupen hasta el final. Libros del Mundo: 2/2 Japón


La belleza en la escritura de Kawabata me hace querer leer más cosas escritas por él. País de nieve habla de la búsqueda espiritual en el alma humana, creer que trata de un triángulo amoroso es más que superficial. Es una novela muy visual y el nombre le va más que bien, ya que logra teletransporte a esos paisajes blancos y rojizos de otoño e invierno, y sus páramos nevados. Elegante, bello y muy recomendable.


Aclaro que no leí la novela gráfica/manga, sino su versión original en prosa. 💠 Una historia de amor que se convierte en un extraño triángulo amoroso. De prosa delicada y lenta, minuciosamente descriptiva de paisajes, clima, objetos, telas y gestos. Bella en su decir sobre este vínculo de amor que se descubre lentamente, con el valor de la metáfora, la música y las miradas, pero que resultará de difícil correspondencia por cuestiones de clase y posición social. ✴️ Una trama que centra su atención en lo íntimo y cotidiano, en el deseo y lo irremediable, en un contexto cultural que puede resultar lejano (no sólo desde el punto de vista geográfico) y ajeno. Tal vez sea por esto que me resultó fría y distante. ✒️ Perfectamente escrita, no me emocionó. No logré empatizar con sus personajes ni conmoverme con el tono dramático que crece hasta lo que, reconozco, es un gran final. Puede pasar, no todas las lecturas aunque sean buenas nos llegan al corazón.


Kawabata fue el primer japonés en ganar un premio Nobel de literatura en 1968, y a diferencia de muchos de los laureados durante los últimos lustros, lo ganó con méritos verdaderos, pues en su prosa supo crear un mundo muy personal y universal a la vez, cargado con la soledad y la honda tristeza existencial que fueron determinantes a lo largo de su vida. Se ha dicho que el japonés fue acertadamente clasificado dentro de una línea literaria que se remonta a los maestros del haiku del siglo XVII. Los haiku son breves poemas de diecisiete sílabas que intentan transmitir una súbita percepción de la belleza mediante el emparejamiento de términos opuestos o incongruentes. Así, el clásico es una amalgama de movimiento y quietud. De un modo similar Kawabata confía con firmeza en una asociación de los sentidos. Por ello son tan atrayentes las combinaciones de imágenes, fragancias y sonidos, de recuerdos y ensoñaciones que emplea en su prosa, diríase que es un gran aplicador de las analogías universales tan defendidas un día por Baudelaire. En país de nieve nos encontramos, por ejemplo, con la estruendosa calma de una noche de invierno, o con la ondulante suavidad del rumor del agua corriente o, evocando una imagen de algún modo más elaborada, con el sonido de un timbre, o el silbido de una tetera que súbitamente se convierte en el eco de los pasos de una mujer. Quiza una de las analogías más bellas que utiliza, es la que aparece apenas a dieciocho páginas del inicio de la novela, cuando el protagonista, Shimamura, evoca en su mano izquierda una caricia que se transforma en recuerdo, en la imagen del pasado y de la mujer que añora, recuerdo que surge sólo de la sensación física, pues la mujer en sí se desvanece en su memoria. Quizá por lo que he escrito atrás, me impresiona tanto este autor lacónico y enigmático; esas analogías que construye con su narrativa son para mí la búsqueda del infinito en el alma humana, un viaje pródigo en amplitudes y en paisajes vestidos de melancolía y soledad. La novela cuenta la historia de Shimamura que regresa al País de Nieve fascinado por la belleza de la estación y el tradicional estilo de vida, atraído especialmente por Komako, una geisha que conoció en un viaje anterior. Se hilvana así el relato de un amor nunca satisfecho y condenado desde el principio al fracaso, pues existen profundas diferencias que alejan a los protagonistas de manera inevitable. Shimamura es un diletante, un hombre rico que se aparta de la realidad mundana a través de su amor por el arte, pero que es incapaz de corresponder el amor que le profesa Komako. Ella en cambio es absolutamente vulnerable a sus propias emociones, lo que inevitablemente la lleva a la tragedia. Así, la joven geisha representa el centro de la historia, donde se devela la transición de la muchacha apasionada hacia la mujer que, con profunda tristeza, se resigna al paso de las estaciones naturales y de su propia vida. Aproximarse a este libro es enfrentarse con un mundo donde todas las cosas, las sensaciones, las imágenes y las vidas de los personajes nos hablan de manera misteriosa acerca de la posibilidad de la belleza, incluso en lo más simple y cotidiano; es pasar a un lugar de nívea blancura en el que discurre un relato de amor que se vuelve universal en la brevedad de ciento setenta y siete páginas, que de verdad nos tocan con asombro lo más profundo del ser y que se aferran por ello, de manera perenne a la memoria. Habrá quienes digan que exagero, a ellos les digo aquí, lean y juzguen por sí mismos.


Dentro de todo lo bella y conmovedora que es esta historia. Me gustaría destacar la destreza con la cual el autor describe momentos, objetos, épocas, sentimientos, paisajes, entre otros, a través de detalles muy finos, que son, a su vez, apreciables por quienes tienen la virtud de gozar de una refinada sensibilidad.


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FRASES DEL LIBRO PAIS DE NIEVE (MANGA)

La doncella preguntó varias veces a cual geisha debía llamar pero ella fue incapaz de dar un hombre.


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