Para distraerse en clase de Química, Lily escribe en la mesa un fragmento de la letra de una de sus canciones favoritas. Al día siguiente, descubre que alguien escribió la continuación de la letra de la canción, y que además le había dejado un mensaje. ¡Qué intriga! Pronto, Lily y su misterioso amigo por correspondencia empiezan a intercambiar cartas enteras en las que comparten secretos, se recomiendan grupos de música y se sinceran el uno con el otro. Lily empieza a enamorarse. Pero ¿quién es él? Mientras intenta resolver el misterio y hace todo lo posible por compaginar el instituto, las amistades, los flechazos y su alocada familia, descubre que a veces es imposible poner por escrito los asuntos del corazón. Kasie West vuelve a enamorarnos con una historia de amor irresistiblemente ingeniosa, cálida y llena de luz.
Las cartas eran seguras. Eran palabras: fáciles de leer si las disfrutabas y de dejar de leer si te hacían daño."
He hecho de la espera un arte. Reconstruí mi corazón y uní sus dos partes para poder resistir un día más."
Me incliné hacia delante, apoyé la frente contra su pecho y me permití estar triste durante un momento por aquello que no podía tener y que estaba justo delante de mí."
Las palabras fueron nuestro nexo y casi nuestra separación. Tú me contaste tus secretos y luego me robaste el corazón."
"A veces, escuchar canciones deprimentes me hace sentir que mi vida no es tan mala."