OCHO DIAS DE MARZO: UN ASESINO ANDA SUELTO EN PLENA GUERRA DE LOS TRAVIAS DE 1951

Octava entrega de la saga protagonizada por el inspector Mascarell, que a pesar de estar jubilado y de que le conviene pasar desapercibido, no deja de meterse en líos. OCHO DÍAS DE MARZO sigue en la misma línea que los libros anteriores. La saga dio comienzo en el año 1939, unos días antes de que las tropas franquistas entrasen en Barcelona, y libro a libro el autor nos ha ido mostrando cómo era la vida en la Barcelona de esos años. En esta entrega hemos llegado al año 1951, 12 años después del final de la guerra civil. En cada una de las novelas, el autor recuerda algunos hechos históricos. En esta, nos habla de la huelga de los tranvías que desencadenó el aumento de los precios en marzo del 51; pero sobre todo nos recuerda que muchas personas tuvieron que vivir escondidas durante décadas tratando de evitar las represalias del régimen, intentando salvar la vida. Vivían como topos, y así se les conocía.   Mientras, nuestro inspector se mete en un nuevo lío, de nuevo se ve inmerso en un caso que necesita resolver, no puede dejarlo pasar. No contaré nada del caso, solo que nos lleva a Mauthausen, el campo de concentración al que tantos españoles fueron deportados, y las inhumanas condiciones de vida que tuvieron que soportar. Como siempre, una novela negra amena, entretenida, en la que además de los casos policiales sigues la evolución de los personajes, y te muestra una parte de nuestra historia. Leído abril 2024 

Octava entrega de la serie del ex inspector Mascarell, en éste Miquel y Patro están a punto de ser padres en medio de una gran agitación en Barcelona por la subida de los precios del tranvía y el temor de que sea reprimido con dureza por el dictador. Un día se encuentra con un antiguo compañero de la comisaría, Pere Humet, que le cuenta su terrible historia tras la finalización de la guerra, tras huir a Francia, encerrado en un campo de refugiados, colaborador de los franceses en la construcción de la línea Maginot y posteriormente detenido por los alemanes tras la invasión de Francia y enviado al campo de concentración de Mauthausen, donde vio morir a sus amigos tras la traición de uno de ellos razón por la que está en Barcelona para vengarse. Tras la dura confesión Pere aparece muerto y Miquel está convencido que tiene relación con la historia que le contó, así que una vez más saca a relucir sus dotes de investigador para dar con el asesino de Humet mientras Patro descuenta los días para tener a su hijo. Se mantiene el ritmo de toda la serie con una nueva investigación en medio de una dictadura que no suaviza sus formas, por supuesto recomendarlo y en breve a por el noveno.

Octava entrega del inspector Miquel Mascarell, en la línea de sus predecesoras, maravillosa narrativa, muy bien documentada tanto geográfia como social e históricamente. Se leen de un tirón casi.. Para meterme de lleno ya en la 9°.

A pesar de los muchos libros que llevo leidos de esta serie nunca me defrauda, siempre me encanta lo bonitas que son las descripciones de amor entre la pareja, la habilidad para crear una trama de intriga con tan pocos datos, la creatividad en la solución, los buenos valores que transmite y además son siempre novelas fáciles de leer y muy entretenidas.

Octava entrega de la serie del ex policía Miquel Mascarell.Una historia bien construida, que se desarrolla de forma sencilla, con un estilo fresco, directo, un ritmo muy ágil, y una intriga que el autor dosifica de forma conveniente para mantener al lector pegado a la lectura hasta llegar al final.

Octava entrega del inspector Mascarell. Con una estructara similar a la anterior, hasta la mitad de la historia es bastante plana y descrubiendo cosas que ya se conoce. Es a partir de la mitad de la historia donde hay un giro de los sucesos y la historia gana interés. Por otra banda la historia personal que es la que mantiene el nexo de unión de todas las novelas gana bastante peso en esta entrega. En mi opinión, y queda claro que es como siempre un tema personal, la serie va perdiendo frescor al siempre centrarse en un tipo de historias concretas con personajes similares.

Primer libro que leo de este autor y me sorprendido para bien. Octavo libro de la serie del inspector Mascarell. Mascarell ya no es policía, va a ser padre nuevamente a los sesenta años con su joven esposa, cuando un antiguo colaborador aparece contándole una historia de antiguas traiciones. Al poco tiempo Mascarell cita a este colaborador nuevamente para seguir hablando cuando éste no se presenta. El inspector comienza a averiguar y encuentra a Humet, su colaborador y a su prima apuñalados. Es culpado un antiguo novio de la chica pero Mascarell y su instinto de policía le dice que el muchacho no es el culpable. Muy buen libro, bien escrito, con una composición de época magistral, la guerra de tranvías del 51 en Barcelona, plena época de Franco, con gran ritmo. Para devorarlo rápidamente. Seguiré leyendo a Sierra y Fabra.

Te atrapa como siempre.