En más de 25 años de escribiendo y desarrollando su ministerio, Max Lucado ha recibido cientos de preguntas así. Llegan en cartas, mensajes por correo electrónico, inclusive en servilletas de Max escribe sobre el papel de la oración, el propósito del dolor, y la razón de nuestra última esperanza. Responde a las preguntas cotidianas –dudas sobre la crianza de los hijos, retos financieros, relaciones difíciles– así como a la pregunta más profunda: «¿Me está escuchando Dios?» Además, se incluye un apartado especial con consejos de Max sobre cómo escribir y publicar. Con un índice bíblico y otro por temas, y lleno de la motivación y entendimiento clásicos de Lucado,