Nacida en Estados Unidos, regresó a Grecia cuando contaba pocos meses. Hizo su debut en plena segunda Guerra mundial, y en la decada del cincuenta se convirtió en unas de las favoritas del Scala de Milan. La circunstancias trágicas que rodearon su vida personal, hicieron olvidar, por momentos, el indudable aporte de la soprano al arte lírico universal.