La vida en pareja se ha convertido en una aventura y un riesgo permanentes. Lo ideal es la vida en pie de igualdad entre hombre y mujer en los distintos ámbitos: profesional, social, familiar y erótico-sexual. Para ello es preciso ser sensibles y equitativos en la conversación y la reflexión comunes; ser capaces de manifestar los deseos y expectativas inconscientes y configurarlos de manera consciente; equilibrar las expectativas propias y ajenas entre vida de pareja, familia y trabajo. La clave del difícil arte de vivir en pareja es todo eso... y, además, desarrollar una suficiente capacidad imaginativa.