LOS JARDINES DEL PRESIDENTE

Nadie puede ser tan ingenuo como para acercarse a una novela que se desarrolla en Irak, en estos últimos digamos 50 años y pretender que sea una lectura "agradable": no lo es. ¿Interesante? Por supuesto. ¿Lograda como novela? Tengo mis dudas..... No me ha dejado muy convencido. La estructura está bien: con ese brutal comienzo (para ir acostumbrándonos) que retomamos casi al final, después de haber pasado como un vuelo (sí que es un libro ligero de leer, "ameno" a través de tantos infortunios) a través de las peripecias de tres amigos (uno de ellos es realmente el verdadero protagonista: los otros son su "contrapunto"). Muchos diálogos con sus voces bien trabajadas y un punto de vista de narrador omnisciente que no resulta forzado en ningún caso. ¿El final *tan* abrupto? Tal vez sea lo que más me desagradó: Obviamente nos prepara para una segunda parte con la hija del protagonista ("Hija del Tigris" que, curiosamente aún no está publicada en español), pero yo, personalmente, hubiese preferido que fuese más sutil, que no hubiese rematado esta narración de un modo tan anticlimático. En resumen... muy tradicional, muy funcional: resulta inolvidable por el impacto de lo narrado, más que por la propia narración "EL SER HUMANO ES EL ÚNICO capaz de adaptarse y de vivir donde sea y bajo todas las condiciones, en tanto que, por ejemplo, un animal del polo norte moriría si lo trasladaran al desierto, y viceversa. Ibrahim había vivido en desiertos y en montañas, en climas de calor y de frío, y en situaciones de tristeza, miedo y alegría. Había vivido en condiciones extraordinariamente diversas y extremas. Todo se lo impusieron. No recordaba haber tomado una decisión por su cuenta, haber cumplido un deseo o ejercido voluntad alguna, esa voluntad que Quisma siempre le pedía que ejerciera. Nunca se le había dado la oportunidad de elegir o desear, y por eso se acostumbró a conformarse. Y por eso se acostumbró a su oficio de cavador de tumbas, se convirtió incluso en un experto, asegurándose de ese modo la confianza de sus superiores. Él, por otra parte, ya no tenía ninguna otra actividad en la vida y, además, tampoco podía desvincularse de su trabajo"

Me ha costado mucho leerlo y terminarlo por la tremenda angustia que me ha producido algunas partes del libro

Historia dura, con la cual te das cuenta que no hemos evolucionado hacia nada positivo.