Un periodista afincado en París que desde joven quiso escribir; un filólogo decidido a viajar en busca de experiencias siguiendo el rastro de un escritor que admira, y un profesor de literatura en Austin y escritor fracasado que sueña con ser autor...
Rememorando algunas consideraciones de aquellos que afirman que Gamboa es cuál el García Márquez vigente. No se equivocan, dado que la narrativa, detalle, impresión de imágenes y cada signo que acompañó está novela en el tiempo de lectura en que pude concretarla, me llevaba a recordar la vigencia de la literatura colombiana y su escalada en la literatura universal, un prodigio ser participe de un gran autor como Santiago, lectura necesaria y basta decir que la recomiendo a borbotones.