Este libro va más allá de ser un profundo y concienzudo relato de un abuso sexual. Desde el desaliento, la perplejidad y el dolor, el autor ahora como adulto, padre, compañero, técnico psicosocial y hasta profesor, nos muestra el camino que como seres humanos nos toca atravesar para poder llegar un día a decir, en justa ponderación: “Yo sufrí un abuso sexual de niño”.