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Sinopsis de LAS SEÑORITAS

La historia más bella y mejor documentada de las sesenta y una jóvenes maestras que Sarmiento "importó" de los Estados Unidos a la Argentina en el siglo XIX. Sus amores, tragedias y relaciones prohibidas, y sus batallas pedagógicas y aventuras en las luchas políticas que asolaban la república, en un relato cautivante de la mano de Laura Ramos. En la concreción de su febril sueño civilizador, Sarmiento no escatimó recursos pero tampoco tropelías. Su cruzada en favor de universalizar la lectoescritura en la Argentina se materializó en una sucesión de iniciativas signadas por un fuerte sentido de lo épico y una inocultable admiración por los Estados Unidos de América. Entre ellas, ninguna resulta tan cautivante como la "importación" de sesenta y una jóvenes maestras de ese país al nuestro. Si en la batalla de la educación se jugaba la guerra por la construcción de una nación, las señoritas llegadas entre 1869 y 1898 configuraron un capítulo fundamental de esa lucha que contemporáneamente era fácil dar por perdida de antemano. En este libro único por su rigor historiográfico y su delicadeza narrativa, Laura Ramos urde los hilos de sus biografías y borda la filigrana íntima y doméstica de su historia hecha de amores, tragedias, relaciones prohibidas, batallas pedagógicas y aventuras, recortada sobre el fondo de los antagonismos políticos que asolaban la república que dejaba atrás su pasado colonial.

6 reseñas sobre el libro LAS SEÑORITAS

Sarmiento ( presidente de Argentina entre 1868 y 1874), en su afán civilizador y enfocado en la educación, pergeñó “importar” maestras de Estados Unidos para las escuelas del interior en las provincias. Lo logró – en parte - haciendo venir a 61 de las 2.000 que deseaba, y que arribaron escalonadamente al país entre 1869 y 1898 ( 2 contingentes llegaron en 1883). Hubo también 4 hombres, maestros. Laura Ramos, en este libro del 2021, con preciso rigor historiográfico ( de 370 págs. con fotos de las protagonistas), narra la historia de 20 de estas “señoritas”, comenzando antes por mostrarnos las negociaciones de Sarmiento en el país del norte cuando estuvo allí como Embajador entre 1863 y 1868 e intercalando el protagónico papel que tuvo Juana Manso ( primera mujer en ser miembro de Comisión Nacional de Educación en 1871 y cofundadora de la Sociedad Pestalozzi en 1872) . El inestable escenario político y social común a cada una convierte en “épica” su vocación docente: el asesinato de Urquiza en 1870, la fiebre amarilla en Bs As en 1871 o la de cólera en Córdoba en 1886, la Revolución del Parque en 1890, los incesantes malones indios, la “hegemonía católica” ( muy fuerte en Córdoba) que veía con malos ojos el protestantismo que profesaban y que en otras ocasiones les impedía algún entierro en el “cementerio católico”, los problemas de presupuestos para el pago acordado, etc.; hasta con los sismos en San Juan se las tuvieron que ver!. Ninguna se casó con un argentino, algunas fallecieron en el país ( hay 4 enterradas en el Cementerio de la Chacarita). Dos “señoritas” fueron pareja en Mendoza. Un grupo cruzó Los Andes por pura aventura emulando a San Martín. La influencia de Thoreau es palpable en varias por su tipo de enseñanza. Las descripciones de las ciudades y de sus costumbres locales – que hacen en las cartas que escriben - son imperdibles. Aparece la abuela inglesa de Borges, gran amiga de las maestras. La ciudad de Paraná en Entre Ríos recibió el mayor número. Las hubo en Tucumán, San Juan, San Nicolás, Catamarca, Corrientes, Mendoza, etc. La escuela Normal 1 de la ciudad de La Plata – donde nací - lleva el nombre de una de ellas: Mary O. Graham.


Bien, para quienes no conocen de la historia de Argentina, pero saben detalles de su actualidad, y lean este ensayo, muchas cosas les van a parecer conocidas, porque nuestra historia es la de nunca acabar, y se repite, se repite y se sigue repitiendo. El “Sarmiento” mencionado en el título es al que muchas personas llaman “el padre del aula”. ¿Por qué? Porque diseñó un plan de alfabetización que fue el basamento de la Ley 1420, “De educación común, gratuita y obligatoria”, de 1884. Los testimonios que cita Ramos -los capítulos desarrollan la experiencia de las maestras agrupadas según región o afinidades, y se completa con un apéndice con datos biográficos de cada una- muestran cómo fue la cuestión de ese gen de la educación común, que no es muy diferente de todas las reformas educativas que se llevan adelante en mi país: inconsulto, arbitrario, impuesto. Sarmiento estaba en Estados Unidos, conoció el “normalismo”, se contactó con las personas que lo implementaron en ese país y listo. Se transformó en la mejor política educativa que renovaría al programa criollo anticuado. Así, se contrataron más de sesenta maestras normales que no sabían hablar castellano para que vinieran a trabajar a Argentina, fundaran las escuelas normales y formaran a las futuras maestras criollas. La oposición a esta metodología fue muy fuerte, desde los norteamericanos residentes en Argentina, que impedían que enviaran a estas jóvenes al interior salvaje, hasta los grupos católicos que no querían que endemoniadas metodistas educaran a las futuras generaciones. Ramos escribe de manera maravillosa, por lo que estas cuestiones tan ríspidas resultan fáciles de leer. Todo está debidamente documentado. Y, lo mejor, nos deja pensando. Muy recomendable.


La obra de Laura Ramos construye en base a capítulos biográficos el derrotero de las educadoras estadounidenses que vinieron a Argentina para ponerle el cuerpo al proyecto educativo de Domingo F. Sarmiento. Entre los intersticios de cada historia, la autora teje la vida familiar, académica, las angustias y la lucha entre el desarraigo y la adopción de una nueva patria. Con base a documentos oficiales, pero sobre todo leyendo entre líneas de cartas, diarios y relatos de familiares, Laura Ramos se mete en un tema histórico pero sin olvidarse que en las páginas alejadas de la fuente histórica estuvo el cuerpo de mujeres que se adentraron en las entrañas de un país que estaba siendo imaginado y construido. Dentro de cada capítulo biográfico, construye la crónica de mujeres que desde la travesía atlántica para llegar a Sudamérica, la Escuela de Paraná donde se formaban fundamentalmente en idioma castellano y los destinos donde tenían que aplicar sus conocimientos y organizar las escuelas fueron sorteando diversos tipos de obstáculos (personales, pero también políticos de una Argentina en plena transición).


Laura Ramos presenta en este libro uno de los trabajos mejor documentados de la historia de las maestras sarmientinas en Argentina. Gracias a valiosas fuentes bibliográficas: epistolarios, documentos de la época, la autora recrea la vida de algunas de estas maestras argentinas. Agrega también sus propias impresiones, sin ahorrar comentarios de su propia subjetividad: Mujeres fuertes, valientes, audaces para su tiempo, pero no hay razón para no dejar entrever algunos aspectos de sus personalidades: vinieron a educar a los niños argentinos, algunas se quedaron a vivir toda su vida, pero en todos los casos se casaron con extranjeros, convivieron entre ellas o se quedaron solas, jamás adoptaron o cuidaron de ningún niño argentino, incluso si no tuvieron hijos propios. Mantuvieron sus vínculos con EEUU como madre patria, importaban de allí sus ropas y enseres, y de alguna manera, trataron de no influenciarse de las mujeres argentinas en lo absoluto, tal vez, demasiado enaltecidas por la superioridad que sentían y transmitían al resto. Fueron odiadas por muchos, incomprendidas también. Protegida, respetadas y admiradas, también. El libro nos permite sacar nuestras propias conclusiones. Está muy bien escrito y muy bien documentado.


Debo confesar que pensaba encontrarme con una ficción, y a cambio, leí una exhaustiva y muy seria investigación de las maestras estadounidenses que el sueño civilizador de Sarmiento (presidente argentino) trajo a nuestro país, y quienes fundaron escuelas normales y -muchas veces- enseñaron en condiciones seguramente impensadas. Conocía el paso de una de ellas por La Plata, mi ciudad, Mary O Graham, por quien lleva su nombre en Normal N* 1, pero no sabía que hubo mas. .En fin, un libro para tener de consulta, y releer varias veces .Gratamente sorprendida @lauraramos_escritos


Mal colocado el género este libro, no es de psicología y autoayuda como figura en alibrarte. Se trata de un ensayo q detalla con rigurosidad y fuentes identificables la historia de las maestras estadounidenses que vinieron a instancias de Sarmiento para trabajar aquí y crear escuelas normales.


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FRASES DEL LIBRO LAS SEÑORITAS

"La esperaba el director William Stearns, que con su esposa y sus tres niños pequeños ocupaban un departamento de cuatro habitaciones equipadas con cerrojos, adminículos muy valorados en la provincia."


Publicado porPatoNotaristefano

"Laura Haven, que venía de Illinois, llegó a La Rioja en diligencia, sin saber castellano ni contar con mapas o indicaciones para mostrarle al conductor la ubicación de la escuela normal."


Publicado porPatoNotaristefano