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Sinopsis de LAS NOVELAS TONTAS DE CIERTAS DAMAS NOVELISTAS
Punzante, entretenidísima y profundamente lúcida, George Eliot parodia las tópicas novelas que dominaban los listados de ventas de su tiempo, con sus encantadoras y hermosas heroínas, y sus previsibles y azucarados finales.Sin cortapisas, sin reservas impuestas por los convencionalismos sociales y culturales de su tiempo, con un sarcasmo feroz y la agudeza intelectual que le es propia, George Eliot pasa implacable factura en Las novelas tontas de ciertas damas novelistas a los desaciertos de la narrativa más ramplona de algunas afamadas escritoras de su época. En el que fuera su ensayo más célebre, cuyo tema sigue despertando polémica en nuestros días, la genial autora inglesa plantea sus tesis con un toque de ironía a partir de ejemplos representativos de los argumentos predecibles, los personajes falseados, los estilos remedados y los diálogos inverosímiles que ciertas damas novelistas pusieron al servicio de sus pretensiones moralizantes, prosaicas o, directamente, jactanciosas.
1 reseñas sobre el libro LAS NOVELAS TONTAS DE CIERTAS DAMAS NOVELISTAS
Las novelas tontas de ciertas damas novelistas es un ensayo escrito por George Elliot, seudónimo de Mary Ann Evans en el año 1856. Es una crítica de las novelas rosa que se escribían en su época, literatura escrita por y para mujeres. Arremete contra estas novelas ya que están hechas a base de clichés que se suelen repetir en ellas (heroína de alta sociedad perfecta que va pasando por una serie de dificultades hasta que se casa con su amor, etc. ) Tampoco le gusta que las escritoras exhiban de manera indebida todos los saberes filosóficos, religiosos y morales que atesoran. Cree que esto se debe a las deficiencias en la educación de la mujer, ya que necesitan demostrar lo poco que saben, sin interiorizar los conocimientos. También critica la falta de verosimilitud en las acciones y los personajes, ya que ella piensa que las grandes escritoras(y escritores) deben plasmar la vida tal y como es con un lenguaje sencillo, alejado de la grandilocuencia innecesaria de las novelas de estas escritoras. En resumen, no le gusta el grueso de la literatura femenina de su época, aunque reconoce que hay buenas escritoras, como Currer Bell ( Charlöte Bronte)o Elisabeth Gaskell.
