Una mujer yace en la cama de un hospital con la memoria a la deriva y su hija observa impotente sus manos, posadas en las sábanas. La enfermedad de su madre acaba por desequilibrar por completo su vida, que transcurría ya sobre un fino alambre, con un trabajo estresante y sin apenas tiempo para compartir con su marido y su hija. Además, los fantasmas del pasado están a punto de acecharle. En este asfixiante magma se mueve Nerea, la protagonista de esta novela.
Mayo 2023 Libro 53 🌟🌟🌟🌠 Nerea ve como su madre, lleva ya más de una semana en un hospital, duerme casi todo el día y apenas ya la reconoce, tras encontrarse en la calle perdida como una niña, ella y su hermano Xabier deciden llevarla al centro hospitalario para que sea atendida. Este ingreso es aprovechado por Nerea para recordar retazos de historia familiar, id analizando como hacemos todos ante esta enfermedad los primeros inicios que salvo que ya conozcas el Alzheimer, no te das cuenta, te enfadas o te ríes de "las ocurrencias" que desgraciadamente avanzan de forma inexorable, recuerdos que hacen que Nerea se sienta culpable por no haberlos visto con antelación. El libro conjuga varios hilos temporales, recuerdos de juventud de Luisa que vienen dados gracias a su hermana Dolores, y algunos recuerdos de otro amor de la propia Nerea, junto con un doloroso presente. Estructurado en capítulos cortos, la lectura aunque dura se hace amena y si la temática te toca de cerca como a mí, te acaricia el corazón. El Alzheimer es un tema que me pilla de muy cerca, mi suegra falleció no hace aún dos años de esta maldita enfermedad que te roba tus recuerdos, fue de una forma galopante, una persona culta e instruida, fue profesora, se convirtió en una niña pequeña, muy feliz gracias a Dios, hasta que se nos fue. Y ahora tengo a mi padre, es muy doloroso para él ir viendo, porque es palpable incluso para él mismo, como sus capacidades cada vez están más limitadas y que depende de mi madre o de mí para sobrevivir 😞 cosas que nos parecen simples como vestirse, mantener una conversación... se convierten en montañas que superar día tras día, y me duele el alma ver que mi héroe al que quiero con locura me necesita tanto como yo a él a mi lado.
Las manos de mi madre es la historia de Nerea, una mujer periodista, que por su trabajo no dedica tiempo a su esposo e hija, y que además se le suma la hospitalización de su madre, a la cual tiene que ir a visitar a diario. Es una historia que refleja que la familia tiene secretos, que se sienten culpables por lo que no hicieron, que están sumergidos en el trabajo, que carecen de calidad de tiempo con la familia, que el pasado no lo han soltado y su presencia altera su vida. También es una historia donde podemos darnos cuenta que ante tanto problema que nos aqueja, mortifica o desequilibra, es muy importante hablarlo con tu ser querido, ya que eso hacer desprenderte de ese peso que inconscientemente carga uno. Es una historia que conjuga el presente con el pasado, escrita con sencillez que permite sentir el dolor y angustia de Nerea, y que te hace reflexionar que la vida es de soltar y disfrutar lo que tienes a tu lado.
Que bonito y triste a la vez Una manera preciosa de escribir tan natural y cercana. Es una historia muy emotiva y toca el corazoncito, pero la verdad que he terminado el libro con una sonrisa enorme en mi cara. 💟
Nerea contempla impotente a su madre que yace en la cama de un hospital con la mente a la deriva. Contempla sus manos y evoca momentos de su infancia cuando esas manos trabajaban y acariciaban. Es una novela triste, que remueve mucho en el interior de la lectora, cuando has perdido recientemente a tu madre y solo sus manos te conectaban con ella.
Y por un momento, siento las manos de mi madre acariciando mi frente, a pesar de que están quietas sobre las sábanas ".
Están posadas sobre las sábanas, sin mover un dedo, parecen manos de piedra, como si la sangre de sus venas se hubiera convertido en agua estancada.
Separo la mano del pecho y la llevo hasta su mano. Me la toma y la acaricia, igual que me acariciaba la frente por las noches, de pequeña, cuando me cantaba aquella canción para hacerme dormir".
Nada más verlas descubro qué es lo que buscaba. Son las manos de mi madre. Manos en blanco y negro que alzan la barbilla de una niña que apenas se atreve a mirar a la cámara ".
Las venas de sus manos parecen carreteras llenas de curvas. Son las mismas manos que alzan la barbilla de una niña en una foto en blanco y negro".