De la más absoluta pobreza a la consagración como pintor, la vida de Cristóbal Toral es un largo camino de dificultades y logros, que arranca de una niñez mísera y solitaria. En estas memorias, el autor hace uso de los mejores colores de su paleta para pintarnos con desgarro el alejamiento de la madre, con ternura la presencia constante del padre, con candidez el despertar sexual, con dramatismo la vida en el campo y con pasión la búsqueda de los caminos.