Calificar:

7,9

13 votos

Sinopsis de LA RELIGIOSA

6 reseñas sobre el libro LA RELIGIOSA

Diderot, falleció 5 años antes de la Revolución Francesa en 1784 a los 70 años. Filósofo de gran erudición y finísimo espíritu crítico fue uno de los editores de la Enciclopedia Francesa de cuyos 72.000 artículos contribuyó con 6.000 de su autoría. Admirado por Catalina II de Rusia fue su huésped en su Palacio de San Petersburgo. Revolucionó la NOVELA con esta obra – publicada 12 años luego de su muerte – y que se convirtió en un clásico de la literatura francesa. Inspirado en un caso real que lo toca de cerca en 1760, Diderot crea este personaje femenino que es quien narra en primera persona su ingreso al convento contra su voluntad y su vida en el mismo. El texto – que incluye una serie de “cartas” que Susana Simonin, la protagonista, le escribe a un marqués para pedirle intervenga para que se anulen sus votos religiosos - le sirve al autor para criticar la corrupción en las instituciones católicas y mostrar una vida conventual que deshumaniza y una religiosidad que reprime la sexualidad. Aunque ateo, Diderot no critica al cristianismo sino los vicios de una jerarquizada institución que oprime al individuo y en especial a la mujer. Y lo hace con maestría. Llevada al cine en diversas ocasiones, la última se rodó en el 2013 con el mismo nombre y fue protagonizada por Isabelle Huppert.


Esta novela es una burla a la moral Religiosa. Es una crítica frontal a la esencia y los cimientos de los centros de clausura. Susana, una joven con las ideas muy claras, es internada en contra de su voluntad en un convento. La limitación del derecho de libertad a decidir o, a expresarse es una constante denuncia en la obra. La negativa de la joven a sumirse al poder religioso en la vida monástica, le acarrea toda clase de abusos, sufrimientos y penalidades. El acoso sexual de la madre superiora, retratada como viciosa y corrupta es el culmen del desprecio con el que Diderot se refiere a la degeneración religiosa convirtiendo al convento en un foco de lujuria y pernicion.


La protagonista de la novela es una joven llamada Susana Simonin, quien debe tomar los hábitos en un convento por exigencia de sus padres. Esta historia, de acuerdo a los expertos, surge de una experiencia vivida por Denis Diderot en el año de 1760 en la cual se procesó en París a una religiosa que rechazaba los votos porque no sentía ninguna vocación hacia la vida consagrada. La historia de Susana es muy desgarradora: nos muestra a una mujer con ansias de libertad, pero sometida a una vida de prisión y tormentos dentro de los muros conventuales.


La burla que quiso hacer Diderot al marques, haciéndole creer que esta historia que vivió la monja es maquiavelica. Es una amalgama de tragedias y comedias que no tienen límite. Fue una grata lectura, más tomando en cuenta que es un clásico del año 1780


De lo mejor que leí este año. El hecho de que todo comenzará como una broma fue lo que me llamó la atención. La crítica a las casas religiosas de clausura sigue tan vigente hoy en día. En algunas ocaciones un poco cruel, pero me mantuvo atenta y entretenida hasta el final.


Diderot tuvo varios hermanos. Dos de ellos acabaron metidos de lleno en la Iglesia, uno como canónigo y la otra como monja; y Diderot, hombre culto, atrevido e inteligente, pudo comprender de primera mano el sufrimiento de su hermana. La religiosa, obra basada o no en la vida de su hermana, narra la historia de una joven mujer obligada a introducirse en un convento y destinada a llevar una vida que no desea. Su padre, su madre y sus hermanas, sumemos los cuñados también, deciden que lo mejor para la chiquilla es ser internada de por vida, allí donde no pueda opinar, molestar, preguntar y, sobre todo, coger un solo penique de la herencia familiar. Pronto, la joven renegará del tipo de vida que le espera, pero, como no tiene la suerte de haber nacido en otro momento de la historia y el aislamiento mental al que la someten es bestial, no le quedará más remedio que mantener una lucha diaria contra un destino que odia.La religiosa, en su primera parte, narra la tortura psicológica a la que someten a esta persona. El libro es cruel, pues saca lo peor del ser humano, su mala voluntad, la perversión fácil de la inocencia; y se narra en primera persona de un modo desgarrador, creíble.La religiosa, en su segunda parte, se convierte en un libro más suave, erótico, perverso desde los ojos de la época, pues se tratan amores “impuros”, lésbicos, y la corrupción de la juventud por parte de la experiencia. Quizás, donde antes veían la perversión, hoy vemos un amor dulce o, incluso, inocente (al menos por parte de la joven). Cada uno puede mirar con sus propios ojos y montarse su propia opinión.En cualquier caso, este libro (al que persiguió la censura hasta el siglo XX) es un ataque al funcionamiento de los conventos allá por el siglo XVIII. Que no a la religión, que queda impune, pues Diderot, en contra de lo que pensé al iniciar el libro, no ataca las creencias de nadie. Está muy lejos de ello. Incluso llega a confirmar que hay personas capaces y perfectas para vivir en ambientes de este tipo. Solo se dedica a narrar (y criticar) la vida de una persona y su total desesperación dentro de un convento en el que no quiere estar. Las torturas a las que la someten y la persecución que sufre… y no digo más, que ya he dicho demasiado.Libro recomendado.


TAMBIÉN SE BUSCÓ EN CLÁSICOS UNIVERSALES