La rivalidad de dos hermanas por el amor de un rey.María Bolena tiene apenas catorce años cuando inicia un romance adúltero con el rey Enrique VIII, fruto del cual nacerán dos hijos. Las cosas se complican cuando su astuta y perversa hermana, Ana, se convierte en amante y consejera del rey, y trama un plan para deshacerse de la reina Catalina de Aragón.
"Nací para ser tu rival y tú la mía. Somos hermanas, ¿no?" Inglaterra, siglo XVI. Corte de Enrique VIII. Dos hermanas son el centro de atención, por su juventud y vivacidad, agilidad de palabra, belleza y fertilidad, justo cuando la reina Catalina es incapaz de darle al país un heredero. Ambas son la oportunidad perfecta que la familia Howard necesitaba en su asenso al poder. La primera, la menor, inocente, dulce, manejable y un poco tonta es María, la narradora de la historia. Atrae hacia ella la atención del rey con tan solo 14 años. Está enamorada y está lista para hacer todo lo que se le pida con tal de conseguir favores para toda su familia. Por el otro lado está Ana: inteligente, astuta, vivaracha, seductora y ambiciosa, quien por poder es capaz de lo que sea, incluso pasar por encima de los suyos. También está Jorge, el tercer Bolena, juntos son la alegría de la corte y el equipo perfecto para conseguir el tan ansiado premio: poner a una Bolena en el trono de Inglaterra. La relación entre ambas hermanas es un tira y afloja entre amor y odio, entre aceptar que una siempre será mejor que la otra y servir a la ganadora, mientras esperan que la fortuna vuelva a cambiar a su favor y se reviertan los papeles. Mientras tanto, se encuentran atrapadas en el juego de la corte, un juego de amor peligroso en el que las reglas cambian constantemente y cada quién puede dictarlas a su antojo. Jugaron con fuego y se quemaron. Ana, vista desde los ojos envidiosos de María, es una villana temible y a la vez asombrosa. La mujer que enseñó a Enrique VIII a ignorar por completo el temor de Dios con tal de deshacerse de otra reina, pero creando un monstruo al que después no pudo controlar más. Tengo una obsesión con ella de toda la vida y Philippa Gregory me regaló la versión de ella tal cual la imaginaba. La película es una de mis favoritas, pero el libro, por supuesto, está mucho mejor. Y aunque lo amé con todo mi corazón, me quedaba horas imaginando sus escenas y soñé con él algunas noches, tengo que comentarles que le sobran unas 300 páginas. Tiempo de lectura: 19h y 29 min
En primer lugar, comentar que la historia sucede en el siglo XVII, y por ello me ha sorprendido el adjetivo "dieciochesco" que encuentro en la sinopsis, ya que significa referente al siglo XVIII... Pero a parte de eso, ninguna pega le pongo a esta novela, que me ha encantado e incluso me ha dado pena acabarla. Narrada en primera persona con la voz de Maria Bolena, "la otra Bolena", la hermana de Ana, esposa de Enrique VIII y madre de Elizabeth I de Inglaterra. Maria también fue amante de Enrique VIII y parece ser que le dio dos hijos, aunque no se puede asegurar a ciencia cierta. Maria nos cuenta como es su día a día en la corte, su relación con el rey, su rivalidad con su hermana y las luchas cortesanas por el poder. Podríamos decir que es una novela de mujeres, dónde no son más que una mercancía en un mundo de hombres, sus embarazos y sus amores son asuntos de estado. Narrada de forma muy ágil, con muchos diálogos, es una lectura muy amena, estupenda para pasar un buen rato y aprender un poco de toda aquella historia que marcó el rumbo de Inglaterra hasta nuestros días.⠀ ⠀ ❝Se había casado con una niña y lo había abandonado una muchacha, y cuando volví a él como mujer, siempre fui algo calculadora en mis besos.❞
Pobre y estúpida niña. Cumplir los deseos de un hombre y no conseguir nada para ti misma salvo un corazón roto.
¿Eso es todo lo que importa? No que yo esté enamorado y haya caído en pecado como un estúpido.
Nunca pensé que acabaría así - dijo con voz queda-. Nunca pensé que sería capaz de dejarme sin despedirse.
Sueño con él. Desearía tanto no hacerlo. Es una tristeza tan absurda. Estoy tan cansada. Suena extraño, ¿verdad? Pero estoy tan cansada de ser infeliz.