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Sinopsis de LA MENTE ENAMORADA

El amor, esa capacidad humana tan antigua como la razón o el dolor, no es sólo una experiencia vital quetodos reconocemos por intensa, sino también un elemento clave del comportamiento de las personas. El amor influye sobrenuestro estado de ánimo: puede darnos y quitarnos la felicidad, es determinante para nuestra estabilidad física yconsigue cambiar la estructura de nuestro cerebro. Durante siglos el amor ha sido abordado desde perspectivas muydispares. Pero hasta hace apenas dos décadas la ciencia no había podido desvelar muchas de las preguntas relacionadascon el asunto. ¿Qué es? ¿Por qué algunas personas son incapaces de encontrarlo? ¿Por qué duele la soledad?

1 reseñas sobre el libro LA MENTE ENAMORADA

Un libro que aborda desde perspectivas diferentes, un tema controvertido, en relación al cerebro humano en el que se alberga la arquitectura emocional. Tuvo, cuando fue publicado, año 2001, un gran interés, aunque también muchas controversias y debates. Lo leí en su momento, aunque ahora he hecho una relectura para poder hacer esta reseña. Obra escrita por tres autoridades de la psiquiatría que intentan demostrar y esclarecer los grandes misterios del amor teniendo en cuenta los sistemas neuronales y las explicaciones científicas. Una lectura muy agradable a pesar de no descuidar en ningún momento el aspecto científico y varios ejemplos visuales. Las reacciones a favor o en contra de un ensayo son normales y más aún habituales y si el ámbito de estudio abraza análisis de carácter científico, la brecha del disenso se agranda. Las dudas, controversias e incluso los duros enfrentamientos, son no solo alto frecuentes sino que además resultan absolutamente necesarios. Los ensayos de carácter científico son a menudo, brumas que posteriores estudios irán posicionando el trabajo inicial hacia estadios más luminosos. Esta faceta, este tránsito es absolutamente necesario e imprescindible y debería animarnos a seguir la tesis inicial hasta que aparezca frente a nosotros el verdadero fruto. La disputa entre quienes se oponen, puede ser dura y se mantendrá hasta que otras luces puedan iluminar el ensayo. Este estudio se perfila desde la premisa de que nuestro cerebro no es uno, sino que su carácter es trino, es decir, se trataría de un órgano compuesto por tres cerebros que habrían ido naciendo en distintos momentos de la evolución. Tendríamos una primera ampolla o el denominado cerebro reptiliano, que posteriormente sería abrazado por el cerebro límbico y así hasta llegar a superponerse a estos dos, el último de los cerebros, el neocórtex que se situaría recogiendo a los dos anteriores, formándose de este modo, el último de los cerebros, ya completo, y desde el que se organiza nuestra vida. El cerebro reptiliano, el más primitivo, memorizaría situaciones de tipo ancestral y automáticas como el movimiento muscular, la respiración, el latido cardíaco.. sus respuestas no son fuente de pensamiento, son directas, pertenecen al mundo de los instintos y reflejos. El cerebro límbico es capaz de regular nuestras emociones, también atiende a aquello que somos capaces de aprender y memorizar. Responde frente a las emociones básicas, alegría, miedo, ira… Las acciones más complejas y evolucionadas corresponden a la estructura neocortical a través de este extraordinario órgano, neocórtex, podemos hacernos preguntas y contestarlas, tenemos conciencia y voluntad podemos realizar todas las acciones que nos definen, quizás más que ninguna otra como persona, hablamos, pensamos, planificamos, nos relacionamos, razonamos, amamos. En general, al ser humano le cuesta mucho pensar que el amor se organiza de un modo, en cierto sentido, bastante ajeno a él. Es sabido que el sentimiento del enamoramiento surge a través de una organización cerebral que facilita la puesta en marcha de neurotransmisores. Los neurotransmisores que se liberan para conseguir que nos enamoremos, e incluso, que lleguemos a perder la cabeza, no tienen una expansión voluntaria. Estas moléculas que se verán alteradas para que podamos sentir el amor romántico son fundamentalmente la dopamina, la serotonina, la norepinefrina y la oxitocina, aunque no nos guste que unas simples sustancias tengan la capacidad de liderar sentimientos tan profundos. Es verdad también, que, previo a toda esta revolución cerebral, sea necesario que hayamos elegido a una persona por la que nos sintamos atraídos. Una gran aventura en la búsqueda sobre ¿Por qué nos enamoramos?


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