Calificar:

7,7

20 votos

Sinopsis de LA CIUDAD Y LA CIUDAD

<P>Originalmente publicada en 2009, <I>La ciudad y la ciudad</I> es la obra maestra que ha convertido a China Miéville en una de las mayores voces de las letras anglosajonas actuales en cualquier género, admirado por escritores de la talla de Carlos Ruiz Zafón, Neil Gaiman y Ursula K. Le Guin.</P> <P>Bienvenidos a la historia de dos ciudades gemelas, invisibles la una para la otra, cuyos destinos se entrelazan por el asesinato de la joven Mahalia Geary, hallada muerta y con la cara desfigurada en la ciudad de Beszel.</P> <P>Durante la investigación del crimen, el inspector Borlú seguirá las piras desde Beszel hasta la idéntica ciudad vecina, UI Qoma. Allí descubrirá la participación de la joven en una conspiración política y se verá rodeado de nacionalistas, que intentan destruir la ciudad gemela, y de unificacionistas, que sueñan con convertir las dos ciudades en una. Las verdades que el detective descubrirá sobre la separación de ambas urbes podrían constarle la vida.</P> <P>China Miéville mezcla lo mejor de la ciencia ficción, la novela negra y el drama policial en una obra que rompe las costuras de tres géneros para convertirse en una obra de lectura absolutamente inolvidable.</P> <P><B>La crítica ha dicho...</B><BR>«Miéville no pertenece a la familia de los ingenieros de la ciencia ficción, sino a la de sus poetas.»<BR><I>Babelia</I></P> <P>«Ficción para el nuevo siglo.»<BR>Neil Gaiman</P> <P>«Si Philip K. Dick y Raymond Chandler tuvieran un hijo criado por Franz Kafka, escribiría algo parecido a <I>La ciudad y la ciudad </I>.»<BR><I>Los Angeles Times</I></P>

5 reseñas sobre el libro LA CIUDAD Y LA CIUDAD

Me decepcionó, la verdad, la trama policiaca es muy abstracta y no le acabo de coger el punto y aparte el tema de las dos ciudades que no se ven entre ellas o algo así es bastante absurdo y cogido por los pelos, la verdad


Si bien este escritor nos tiene acostumbrados a novelas de ciencia ficción, aquí nos presenta una novela policiaca en toda regla. Por supuesto, parte de una idea fantástica y fantasiosa, digamos que distópica adentrándose en la ciencia ficción pero sin llegar a concretarlo. Y es que digamos que la ambientación es la parte distópica pero el argumento es 100% novelas negra policiaca. A mi me ha enganchado desde el mismo comienzo pero según se acerca el final y no llega a concretarse la parte ciencia ficcionaria puramente dicha que creo debiera haber sucedido me ha dejado un pequeño regusto amargo. Claro que sí escribe una segunda parte como en cierta ocasión aseguró que quizás hiciera, podrá remediarlo. De todas formas se trata de una novela que toca dos de mis géneros favoritos. Además te deja dándole vueltas al tema de las dos ciudades durante días. Me encantan estas historias que te hacen pensar mientras lees y posteriormente. KLO.


Creo que pocas veces me he sentido tan decepcionada al leer un libro y es que esperaba mucho de esta obra, pero vamos por parte. La ciudad y la ciudad es una novela de ciencia ficción que nos habla de dos ciudades yuxtapuestas una sobre la otra e invisibles una para la otra, esto contrario a mi primera creencia no es en el sentido literal sino en un sentido social, existe una separación gubernamental entre ambas ciudades que han forzado de manera histórica y prolongada a desarrollos culturales separadas a pesar de compartir espacio físico. Para mantener este estado separado los ciudadanos de cada ciudad son educados desde muy jóvenes, el turismo es altamente controlado y por supuesto existe una entidad sancionadora que fiscaliza que nada se pase de una ciudad a la otra de forma ilegal, esta es la llamada “brecha”. La trama en si es una novela policial, un cuerpo encontrado en una ciudad, pero cuyo crimen fue cometido en la otra, lo que podría significar una brecha. Darme cuenta de esto me generó mucho entusiasmo ya que soy gran fan de las novelas policiales, en especial de las que mezclan cifi con el género negro, pero a medida que avanzaban las páginas pude comprender porque, a pesar de ser la base de la trama, siempre se habla de la obra como una novela de cifi por sobre una policial. Y es que los lectores de policial, entre otras cosas que no vienen al caso, son muy quisquillosos con la verosimilitud de la trama y personajes, con ¿Qué tan bien construido está el crimen? En cambio, los fanáticos de la cifi tendemos a poner más ojo en la verosimilitud del mundo creado, de la propuesta de universo, y Miéville creo un mundo bastante interesante, una lastima que no haya sido tan pulcro con la parte policial de la obra. Si me lo preguntan, y se que nadie lo hizo, el error más grande que cometió el autor fue elegir el narrador en primera persona, primero porque perdió la oportunidad de mostrar los detalles de ambas ciudades desde una perspectiva amplia, en segundo, porque para poder mostrar el mundo que había creado tubo que hacer que su protagonista partiera en una ciudad, se pasara a la otra y luego llegara a trabajar con la brecha, teniendo mucha autonomía en las tres situaciones para poder contar la historia, y tercero, porque en realidad no muestra mucha habilidad con este narrador, no podemos apreciar las emociones de su protagonista, ni terminar de construir su personalidad ¿es el policía bueno? ¿es el policía malo? A ratos parece fuera de forma, pero luego hace llaves para capturar sospechosos, a ratos parece cercano a la gente con la que trabaja por algunos comentarios que hace, sin embargo, en realidad nada en su comportamiento secunda esas palabras, a ratos parece que no es tan listo porque hay cosas obvias que se le pasan, pero al momento de avanzar el caso parece un genio elucubrador. Se ve que el autor intentó darle algunas limitaciones, pero eran mínimas y difícilmente lograban corregir la falla en la elección del narrador. Por otro lado, y el motivo de porque no le doy la evaluación mínima, es que comprendo lo elaborado del mundo que ha creado culturalmente, la socialización separada y paralela de cada una de las ciudades es fascinante, las diferenciaciones de gobiernos, el rechazo de un poblado hacia su vecino, y por su puesto la crítica conspiranoica de las altas clases controlando todo y sacando provecho, porque “ a mar revuelto, ganancia de pescadores”, son elementos muy bien construidos que ha ratos podrían hacer que uno pase por alto las fallas mencionadas, y son precisamente estos elementos a los que la obra debe todos sus premios y reconocimientos. Es claramente un libro digno de leer, pero esta lectora, necesita un poco más que una buena idea.


Realmente es la primera novela que leo del autor y me ha parecido muy entretenida, me gusta mucho la mezcla de fantasía y novela policíaca, también contaría un poco de novela negra. Ahora en lo que pienso es que tiene una cosas muy buenas y unas fallas en la novela. Lo primero es que la construcción de su mundo es fantástico, pese que es en primera persona vemos como poco a poco nos dice de manera sutil lo que son las reglas de ambas ciudades, como esta influye mucho, como conviven con estos términos, que las dos ciudades tiene sus propias tradiciones aunque tiene un poco de similitud y como juega China con la fantasía en la forma que esta dividida la ciudad. Hablando de eso, un punto a favor es la sutil Mezcla de la fantasía con lo policial, esto ultimo me queda muy claro que Miéville con su narrativa es el puto amo. La manera de mezclar dos géneros que son muy diferentes del uno del otro es increíble, no solo que hay un misterio atrapan tea lo policial, pero a la vez mantiene un mundo fantástico como debe ser la fantasía pura. Ahora el punto más débil seria los personajes, ok el personaje de Borlú me gusta y que Dhatt es un maldito, pero algunos si me dejaron algo de ver, como Corwi que cuando la quita cuando iba la ciudad de IO Qoma me hubiese gustado más de verla. Y de los villanos, pese que su plan fue muy buen llevado y me sorprendió mucho, están en la sombra y poco se sabe de ellos hasta al final, que si se justifica de lo misterio, pero, realmente hubiese sido interesante verlo un poco más. Bueno le perdona con el personaje de Bowen aunque un poquito. Pero con todo esto es buena novela, seria recomendable a ala gente que no esta acostumbrada a la narrativa de Miéville, y esta seria una buena forma de adentrarse a su estilo.


Dos ciudades, Besźel y Ul Qoma, existen en el mismo espacio geográfico, como si estuvieran superpuestas, pero sus habitantes respectivos no son vecinos. Para quienes viven en una, la otra es (o debería ser) invisible, y viceversa. La misma calle física tiene dos nombres y dos tipos diferentes de transeúntes que deben moverse sin ver a los que pertenecen al otro lado. Porque la otra ciudad, aunque parezca estar ahí mismo, está en el extranjero. Y transgredir ese acuerdo (que es mucho más que eso, pues en verdad es una frontera) es crear una brecha, un acto ilegal castigado por una autoridad que vigila sin ser vista y que se encarga de preservar ese extraño equilibrio que separa las dos ciudades. Esta historia empieza con el hallazgo del cuerpo de una mujer en Besźel, pero pronto se descubre que fue asesinada en Ul Qoma. Un crimen internacional y, a primera vista, una brecha. Pero investigarlo se complica por todo lo que implica moverse entre dos ciudades superpuestas pero separadas no solo por una frontera fantástica, sino también por la burocracia, sus culturas y economías distintas, sus rivalidades políticas y sociales, y también por los grupos extremistas (nacionalistas y unificadores) que se mueven en ambas. Hasta ahí, todo bien. La idea de las dos ciudades es tan compleja como fascinante, y la forma en que Miéville las presenta mediante sus personajes (tanto los locales como los extranjeros) hace que resulte verosímil. Pero el libro se desinfla hacia el final, porque aunque el crimen es un acertijo que hubiera sido difícil de resolver incluso en una ciudad normal —pues implica suficientes giros y tensiones para sostener el interés—, la forma en que se presenta la resolución resulta un poco floja. Hacer que el detective le explique a los culpables en largas conversaciones (una de ellas junto a un ruidoso helicóptero) todo lo que descubrió, me parece, no está a la altura de la trama ni mucho menos de su tremendo escenario. Pero la historia y las ciudades (y lo que las separa) son buenas, y hacen que se le pueda perdonar la forma de presentar su final (que no está mal en sí mismo).