LA CASA INUNDADA

En algún momento, entre el inmenso océano de palabras y cuentos Hernández y perez dejaron de coexistir. No recuerdo el punto exacto, el motivo concreto, se, eso si, que apenas el barco acababa de zarpar. A pocas leguas del puerto se interpuso entre los dos una densa bruma, puerta de entrada a mundos distintos, capitán y embarcación uno a babor y otro a estribor. El, con sus dedos de pianista, en su ruido silencioso, yo con mis 20 dedos gordos del pie, en el paraíso con ninfas no virgenes ( siempre he preferido aprender que enseñar) bailando el hula-hula. Acudí al uruguayo por prescripcion de los más versados, con la pequeña inundación ( baño y habitación del pánico, si, esa que parece un todo a cien) que provocó su relato de parejo título decidí investigar en la rareza de su pluma...no es que escriba mal, es que no estamos hechos el uno para el otro. En cada una de sus 18 escalas ( cuentos) decidí pasar noches, días, semanas enteras contemplando otros cielos, que lo reconozco, me despertaban más ardor. Y aun consciente que embarcar era naufragar, nade su oleaje en cueros, a falta de cosa mejor que hacer. La pereza hecha virtud, agradecer el plomizo pestañear de mis ojos y la firme decisión de aun sabiendo que el verdadero tesoro del autor anda entre líneas, no cavar, sin aliento no hay victoria. La colección ha sido para mi como esa sopa que todos dicen que esta sabrosa, y cucharada a cucharada, sigo añadiendo sal. "Puedo sentir en un día como hoy mi sangre corriendo y sin embargo no entiendo adonde quiere llegar." "...A la deriva, lejos del puerto, en alta mar" (cito de la dama se esconde/ lejos del puerto) Glub...glub...glub.

Definitivamente este es un relato extraño, que no quiere decir que sea malo. Nos cuenta la historia de Margarita una mujer que construye una casa para inundarla. Por lo que a lo largo de la historia descubriremos los motivos que tuvo para hacerlo. La elección de palabras de felisberto realza la extrañeza que naturalmente tiene la primicia, pero puedo decirles que vale la pena atravesar esa niebla para descubrir el mensaje detrás. Aurora.