En las democracias modernas existe una preocupación por la creciente falta de interés de los ciudadanos en la actividad civicopolítica. Asimismo, se tiende a pensar que los jóvenes son el grupo de población al que menos preocupan estas cuestiones. Y se culpa de ese desinterés a la existencia de las tecnologías de la comunicación. Este libro cuestiona estas premisas.