Final de la «Trilogía Bill Hodges» Hay asesinos que usan cuchillos, otros pistolas o incluso coches, pero todos ellos tienen un objetivo en mente: volverte loco. Al detective retirado Hodges, que dirige una agencia de investigación privada con Holly, le diagnostican un cáncer de páncreas: le quedan meses de vida. En ese momento Hodges investiga una serie de suicidios recientes con un punto en común: todos los fallecidos tuvieron relación con Brady Hartsfield, el tristemente famoso Mercedes, que hace años planeó volar una sala de conciertos de rock llena de adolescentes. Hodges y Holly dejaron al asesino en estado vegetativo del que no se ha recuperado. Sin embargo, el médico del hospital ha estado suministrando a Brady drogas experimentales que han supuesto que adquiera nuevos poderes, incluida la capacidad de mover objetos pequeños con la mente y de entrar en los cuerpos de ciertas personas vulnerables a su control. Desde su cama Brady ha ideado una aplicación del videojuego Zappit. En cuanto tiene al usuario bajo control, usa la aplicación para dominar su mente y arrastrarlo al suicidio. Sus objetivos son los mismos adolescentes que escaparon de la muerte, pero en realidad quiere atraer a Hodges al juego y vengarse. No sabe que está a punto de morir.
Quizás de la trilogía este es el que menos me ha gustado, porque para mí gusto le falta un poco más de acción que si hay en los anteriores, aun así volver a ver la lucha Brady VS Hodge me ha encantado, como el inspector retirado y sus dos amigos van indagando en lo que está sucediendo, además soy auténtica fan de la relación entre ellos y de Holly y Jerome que me parecen de los personajes secundarios más interesantes que he leído. En cuanto al final es un buen cierre de historia.
Sentí nostalgia al llegar al final de esta trilogía. Este libro me atrapó de principio a fin y al igual que los dos anteriores fue bastante impactante. El suicidio lamentablemente es una problemática real y es muy triste escuchar las historias de las personas que toman esa decision y familias que pierden a un ser querido por este tipo de situaciones. Me pareció que Stephen King manejo muy bien este tema tan fuerte en este libro y la nota de autor al final me pareció muy apropiada.En cuanto a la trama en sí, fue sorprendente la manera en que Brady Harsfield volvió a la historia y el entramado de sus planes era escalofriante pero también demasiado brillante. Me gustó que esta vez Bill Hogdes, Holly Gibney y Jerome Robinson fueron más inteligentes y confiaron más en sus corazonadas. También aunque la mayoría de las veces me sacaban el malgenio, debo reconocer que me gustó la participación y el apoyo que les dio la policía en especial el cambio de actitud de Pete.Sin embargo el final me decepcionó un poco, lo sentí muy fácil, cómo que no me cuadraba que todo esta historia terminara así, aunque evidentemente era el final más lógico y acertado, también me hizo sentir triste. En general disfruté mucho de esta trilogía y quiero continuar leyendo las historias de Holly Gibney.
El cierre perfecto a la trilogía de Bill Hodges. Imprescindible leer los tres libros. Estan llenos de personajes entrañables aunque en esta tercera parte la trama da un giro un poco distinto a los dos anteriores pero nos trae ciertas remembranzas a trabajos anteriores del autor, sin perder su esencia. A momentos llegué a sentir que no me convencía el libro pero el final me dejó devastada. Solo puedo decir, gracias por todo señor King y hasta siempre Ins. Ret. Gustavo William Hodges. Fin de Guardia.
Finalmente llegan los aspectos paranormales al policial. Muy buen giro y final de la trama. El cierre de una excelente trilogía.
El final de la trilogía de Bill Hodges siguió el mismo patrón que sus anteriores entregas. Una situación inicial rápida y atrapante, un desarrollo largo que en momentos, se volvía un poquito denso y un final simple pero bueno. No voy a poner a esta trilogía como una de las mejores creaciones de King, pero si hay que reconocer que sin ser la especialidad de SK, las 3 novelas son muy buenas y muy recomendables. Personalmente prefiero leer otro tipo de historias, pero más allá de eso este trío de personajes se ganaron un lugar en mi corazón y seguramente más adelante vuelva a leerla, ya que al final querés saber más de ellos, algo que genera el propio maestro
Me lo leí sin leerme los anterirores pues no sabia que formaba parte de una trilogia, pero aun asi me encantó. La historia se entiende perfectamente, pues se hace referencia a lo ocurrido en los libros anteriores, y es muy buena. Tendré que leerme la saga completa 😄.
Rob intentó imaginar a qué tendría que enfrentarse si salía adelante. A la vida en una silla de ruedas motorizada que movería soplando por un tubo. A alimentarse a base de papilla o por vía intravenosa. A la respiración asistida. A cagar en una bolsa...
En su día leyó una novela de ciencia ficción titulada La luna es una cruel amante . En cuanto a la luna, no sabría decir, pero estaba dispuesto a testificar ante un juez que el whisky sí es una cruel amante, y ocurre aquí en la tierra.
Empezaba a filtrarse en el aire una claridad del color del hierro fundido, y cuando abandonaban el McDonald’s y accedían a Upper Marlborough, un coche gris se perfiló en la niebla gris, un sedán grande con una abolladura en el capó y la calandra muy oxidada
Lo ha hecho adrede, y están todos ahí tirados como… como… Dios santo, como muñecos llenos de sangr
Lo ha hecho adrede, y están todos ahí tirados como… como… Dios santo, como muñecos llenos de sangre
Rob intentó imaginar a qué tendría que enfrentarse si salía adelante. A la vida en una silla de ruedas motorizada que movería soplando por un tubo. A alimentarse a base de papilla o por vía intravenosa. A la respiración asistida. A cagar en una bolsa.