FIDELITY

Fidelity, cuatro sílabas, tres puntos de vista de una misma historia, dos primeros encuentros desastrosos y un faro como punto de referencia para alcanzar buen puerto ante el mar en tempestad. Con estas palabras quiero introduciros de lleno en la casita de Lu, el mundo de Marcos y el caos mental de Sandra. Estos tres personajes nos narrarán, cada uno desde su perspectiva, cómo viven las experiencias relatadas en el libro. Cada cual con su peculiar estilo. El prólogo nos presenta brevemente a los personajes principales y su primer (¡y desastroso!) encuentro. Lo que comienza como un hecho aislado digno de ser olvidado por lo absurdo de la situación, generará todo lo que sucederá más adelante. El título me llamó la atención por todo lo que la palabra comprende. Según avanza la lectura, este solo obtiene sentido si escuchamos la canción de Regina Spektor ya que una parte de la letra podría ser perfetamente Lu hablando de sus sentimientos. Vídeo: https://youtu.be/b3sSuJ6rkb4 Tras ver el videoclip original de la canción, la portada pasa a ser la única posible para este libro, siguiendo haciendo un guiño a la canción que le ha dado el título a la novela. Quizá esto parezca un hecho sin importancia y puede que pocos valoren todo lo que estos detalles de título y portada nos dicen: es una novela que se ha creado con mimo y buscando la perfección, sin perder la esencia que le dio nombre. Un tributo de la autora a una cantante y a una canción que son especiales para ella. Y esto no es lo único que tiene de Anabel este libro. A lo largo de veinte capítulos Lu y Marcos nos llevarán de paseo por un camino de baldosas amarillas, dispuestos a mostrarnos que en algún lugar, todos tenemos una estrella que nos guía. Y para dar un toque dramático y lleno de una tensión que va a más según avanza la trama, están las notas que Sandra va dejando al final de algunos capítulos. Son palabras duras que sobrecogen y que solo Lu en su cuaderno de tapas azules y con esa dulzura que le caracteriza, nos puede hacer olvidar. Todo ello siguiendo un estricto orden cronológico que hace que sea una lectura rápida y ligera. Anabel nos habla de amor. De un amor que puede surgir de la manera más inesperada y sentirse por quien nunca hubiéramos creído. Un amor que logra superar barreras físicas y mentales y que tiene por límite las estrellas del cielo. Pero, ¿puede realmente un sentimiento conseguir todo esto? En ocasiones, los obstáculos son demasiados y el amor tiene que agachar las orejas y salir corriendo para no acabar mal parado. Porque el amor no siempre es cosa de dos. Porque a veces, dos sí pueden discutir aunque dos no quieran. La autora nos lleva por las calles de Valencia, haciéndonos una preciosa ruta por los lugares más emblemáticos de la ciudad pero también nos hace encontrarnos con grandes de la literatura y de la música con menciones a obras y canciones en momentos muy bien escogidos en la novela. El hecho de que Lu y Marcos sean dos apasionados lectores ya ayuda a que la metaliteratura no se vea forzada pero, para conseguir que sea aún más realista, Lu tiene un programa de radio sobre libros. Muchas veces he leído la frase “cuando veo a alguien leer un libro que me gusta, veo un libro presentándome una persona” y esta historia es un homenaje a esta afirmación. La lectura puede unir más de lo que pensamos y, para muestra: Fidelity. Aún y siendo una novela romántica, Anabel sigue sorprendiéndonos con esa vena sádica suya que tanto nos gusta a sus lectores, superándose una vez más y nos sigue regalando esas pequeñas pinceladas de sí misma como son las referencia a El Mago de Oz que tanto le gusta, el mundo del teatro y las narices de payaso con los que está tan familiarizada. Leer una obra suya, es conocerla un poco más y, como siempre digo, sigue demostrando que puede escribir cualquier género que ella lo hace suyo con ese estilo propio que le caracteriza. Fidelity es un regalo lleno de preciosas frases para sus fieles lectores y es a la vez una hermosa tarjeta de presentación para aquellos que la leen por primera vez porque una vez has entrado en su mundo, es imposible no serle fiel.

Fidelity es un libro muy mágico, para lectores que sueñan con un romance entre lectores, y por qué no, también a quienes les gusta el drama intenso. Está lleno de referencias a clásicos de la literatura, el cine, la música e incluso el teatro. Es todo esto lo que, en mi humilde opinión, lo hice mágico. Nos cuenta una historia de amor, cursi y bonita, con sus toques de drama, como ya dije; pero yo disfruto este tipo de historias que se te pueden antojar un poco cliché, a mí me llenan el corazón. La verdad es que me ha gustado muchísimo y es uno de mis favoritos, me hizo sonreír como tonta y soltar algún chillido de emoción. Considero que no es precisamente la típica historia juvenil que leemos, tiene algo diferente; algo que hace que parezca un sueño. Por supuesto que no es el mejor libro que he leído en mi vida, ni mucho menos, soy consiente de que tiene fallos; pero me ha hecho feliz y a fin de cuentas de eso se trata leer. La recomiendo mucho si este tipo de historias te gusta, ya que estoy segura que la magia de la relación entre Marcos y Lu va a hacerte volar; solo tienes que dejarte llevar.