Los aeropuertos, las escalas, las ciudades apenas entrevistas, los personajes ocasionales van marcando las etapas del relato, que llega, en Oslo, a un punto crucial: la visión de la obra de Edvard Munch, el gran pintor noruego. A caballo entre la autobiografía, la crónica y la ficción, este texto intenso, atrapante y original desafía las etiquetas del género y nos transmite una particular experiencia de libertad, de revelación y de encuentro con el sentido profundo del arte.
Un libro particular que surgió como el disparador cuando a la autora la eligen como madrina de un barco argentino que se construyó en Noruega. El origen de esta elección fue el libro que la autora escribió “Tierra del Fuego”, por ese motivo la nombran madrina de este barco que va a navegar por aguas del sur argentino. El libro Encuentro con Munch comienza con el viaje que Sylvia realiza a Noruega para la inauguración del barco y anota en una libreta todos los detalles que llaman su atención, una especie de bitácora.La autora se basó en su experiencia personal para novelar esta historia. Es como si se hubiera desdoblado y escribió su propio personaje. Existe un personaje importante de la novela, su amiga Carina, que no aparece en todo el libro por motivos personales.La portada del libro tiene un significado especial, es una foto intervenida del barco, dato que me enteré al ver una entrevista a Sylvia I.En la novela se entremezcla el diario íntimo de E. Munch. En Oslo y Berger la autora vive la historia de Munch y disfruta de casi toda su obra. El libro está impregnado de sensaciones y vivencias de la autora se empeña en describir. Es mi segunda lectura, la primera fue en el 2016 y en esta oportunidad lo releí para mi club de lectura. Lo disfruté las dos veces. Me despierta las ganas de conocer Noruega, de encontrarme con Munch y con todos los personajes tan bien descriptos. ¡Recomendado!