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Sinopsis de EL ÚLTIMO BARCO
UN NUEVO CASO PARA EL INSPECTOR LEO CALDAS. La hija del doctor Andrade vive en una casa pintada de azul, en un lugar donde las playas de olas mansas contrastan con el bullicio de la otra orilla. Allí las mariscadoras rastrillan la arena, los marineros lanzan sus aparejos al agua y quienes van a trabajar a la ciudad esperan en el muelle la llegada del barco que cruza cada media hora la ría de Vigo. Una mañana de otoño, mientras la costa gallega se recupera de los estragos de un temporal, el inspector Caldas recibe la visita de un hombre alarmado por la ausencia de su hija, que no se presentó a una comida familiar el fin de semana ni acudió el lunes a impartir su clase de cerámica en la Escuela de Artes y Oficios. Y aunque nada parezca haber alterado la casa ni la vida de Mónica Andrade, Leo Caldas pronto comprobará que, en la vida como en el mar, la más apacible de las superficies puede ocultar un fondo oscuro de devastadoras corrientes.
41 reseñas sobre el libro EL ÚLTIMO BARCO
Novela policíaca muy buena. Me ha gustado mucho. De ritmo pausado y fácil lectura. Más de 700 páginas que no se hacen pesadas. Muy buenos diálogos y personajes. Gran pareja el inspector Leo Caldas y Estévez. Y con unos puntos de humor geniales.
Una lectura para tomártela con calma. Villar detalla cada momento de la investigación y hace sumergirte en la historia hasta el final. La recomiendo.
Es mi primer libro de “Leo Caldas” aunque es el tercero del autor . Lo tiene todo, las descripciones del lugar , los personajes - el del ayudante al que le ladran todos los perros y no tiene nada de paciencia, “ un monstruo”. Las palabras al comienzo de capítulo a pesar de algunas sean solo para ensalzar algo están súper . Mis 5 estrellas, súper recomendable....
Calificación:9. Novela negra. Intriga desde el inicio y, a medida que avanzas en la lectura, vas, o mejor te van haciendo, cambiar de sospechoso y el resultado final nunca te lo esperas. Si lees por distracción, esta novela lo consigue.
Leo este libro de vacaciones en Galicia , lo que me ha ayudado a ambientar los paisajes y las gentes que lo conforman. Una historia policíaca que se va tejiendo en círculos concéntricos y en la que todos son sopechosos y tienen algo que ocultar. Un relato en una ciudad Vigo que refleja su realidad en la ría y un homenaje a oficios que una cree perdidos como son los de orfebres, ceramistas y luthiers. Un sitio donde se detiene el tiempo, la escuela de Artes y Oficios de Vigo y otro la aldea de Tirán.Un pequeño universo en que no todo es calma sino que entre las brumas acecha el mal y en él dos inspectores trabajando para esclarecer un crimen. Interesante y muy bien construída, un libro para ser devorado o no.
Es un libro largo, pero en ningún momento resulta pesado. Leo Caldas es un inspector al estilo antiguo, meticuloso y respetuoso, no hay carreras ni persecuciones. Más de la mitad del libro se sospecha de una desaparición y todo va dando giros alrededor de la posible víctima. Curiosamente un personaje me resultó sospechoso desde el principio, las casualidades...y en el último giro resulta ser a quien han estado buscando desde el principio. Vuelve Domingo Villar a imbuirnos en el espíritu gallego, en recorrer la zona de Vigo y alrededores de manera amena y visual, ahondando en los personajes habituales en esta serie, el padre del inspector, el comisario Soto... y por supuesto Estévez, mucho más comedido que en los libros anteriores y más adaptado a la idiosincrasia gallega, lo de los perros y él es de traca y aunque no ha resultado tan divertido es un personaje que no sobra y que se echaría en falta. Un libro plagado de giros, pausado pero no lento, con un climax que termina por no serlo, personajes variopintos bien estructurados y una lección de artes y oficios como los luthiers o los ceramistas...una novela policíaca de calidad deuna serie que recomiendo si te gusta la novela negra.
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FRASES DEL LIBRO EL ÚLTIMO BARCO
Oyó respirar al perro, que dormía enroscado sobre sí mismo, y cerró los ojos. Había pedido a Estévez que le acercase aquella noche a la finca preocupado por la seguridad de un padre solitario y mayor. Sin embargo, tumbado junto a él, Leo Caldas era quien se sentía seguro.
—¿No te ocurre —preguntó— que a veces solo encuentras refugio en cosas que sucedieron hace mucho tiempo?
Lo malo no es entregarse a una pasión con más o menos años. Lo terrible es morirse sin haberla buscado. Por desidia o porque la vida no le haya permitido a uno hacerlo.
Vivimos rodeados de gente, pero en determinadas circunstancias estamos siempre solos.
La soledad absoluta es horrorosa, pero la soledad en medio de mucha gente es, además, degradante.
