Mackay fue alguien comprometido con Dios, decía hemos llegado a un punto en que se hace imperativo un nuevo comienzo. Necesitamos un avivamiento de la teología, una nueva comprensión de Dios y de su voluntad respecto a la vida humana. Lo que necesitamos más en estos momentos no es una defensa de la religión, del cristianismo o de la Iglesia Cristiana. Lo que los hombres ansían es que el pensamiento se convierta en un medio, al través del cual puedan escuchar la voz de Dios.
Breve libro, pero no por eso menos valioso. El Dr. Mackay a través de un lenguaje sencillo (considerar que fue escrito en 1931) nos trasmite sus reflexiones de modo que podemos sentir su amor por Dios y su identificación total con el evangelio. Es un texto al cual el creyente reflexivo debe retornar cada cierto tiempo.