EL REY DE LA MASCARA DE ORO: LA CRUZADA DE LOS NIÑOS

Relato corto. El rey de la máscara de oro. Marcel Schwob. Es un relato breve de la obra El rey de la máscara de oro. Es la primera vez que leo a este autor, ni siquiera lo conocía, pero me ha resultado muy inquietante. En un relato tan corto es capaz de meterse en la sociedad y demostrarnos que todos vivimos con una máscara puesta para el resto del mundo en incluso para nosotros mismos que evitamos saber cómo somos en realidad.

Escritor exquisito, Schwob nos deleita en esta ocasión con una serie de relatos independientes entre si que abarcan los más diversos temas. Con un estilo siempre sobrio, colorido y musical, deja que su imaginación roce los argumentos más extraños. El resultado es algo irregular para mi gusto, pero ningún cuento deja de sorprendernos. De esta colección, los que más me han gustado son: "El rey de la máscara de oro", en donde un rey y los servidores del reino usan máscaras que ocultan sus rostros, hasta que el rey descubre un secreto triste y terrible. "La muerte de Odjigh" es una trágica y triste historia en un mundo diezmado por las mordientes temperaturas heladas, en un mundo congelado, donde la vida animal y humana se extingue velozmente. "El incendio terrestre", es un cuadro apocalíptico irrepetible; realmente en tan pocas líneas, es un prodigio lograr transmitir tantas imágenes vívidas y tremendas; el final es hermoso y tiene un gran contenido poético. "Las embalsamadoras" es un relato tétrico, tal vez es único cuento cercano al terror. "La peste" y "Las carátulas" son violentos y expresivos. "El sabbat de Mofflaines" es otro de los que más me gustaron. Un aquelarre fantástico y terrorífico; otro cuento altamente visual. "La flauta" es un extraño y bello relato ambientado en el mar. En "La ciudad dormida", un grupo de feroces piratas encuentran una ciudad no vacía, sino repleta de gente como "inmovilizada" en pleno ejercicio de sus quehaceres cotidianos. Una extraña lasitud y angustia comienza a apoderarse de sus cuerpos y su almas y algo terrible les ocurre... La magia verbal de Schwob produce milagros, y su encanto está dicha magia más que en los argumentos de sus relatos.