Un adolescente insatisfecho con las triviales ocupaciones diarias, intenta cruzar el Atlántico en un barco de vela, ser el primer navegante solitario que a su edad se haya atrevido a tamaña empresa. ¿Su finalidad? Aprender lo que ninguna escuela puede enseñar: el encuentro consigo mismo, la madurez emocional. La historia es relatada por su amigo, que desde pequeño le inculcó su amor por el mar y le facilitó los medio para llevar a cabo su proyecto.