¿Y si te diesen un mapa para descubrir quién eres? ¿Seguirías la ruta marcada hasta el final? Imagina que estás destinada a salvar a tu hermana, pero al final ella muere y la razón de tu existencia se desvanece. Eso es lo que le ocurre a Grace Peterson, la chica que siempre se ha sentido invisible, la que nunca ha salido de Nebraska, la que colecciona palabras y ve pasar los días refugiada en la monotonía. Hasta que llega a sus manos el juego de El mapa de los anhelos y, siguiendo las instrucciones, lo primero que debe hacer es encontrar a alguien llamado Will Tucker, del que nunca ha oído hablar y que está a punto de embarcarse con ella en un viaje directo al corazón, lleno de vulnerabilidades y sueños olvidados, anhelos y afectos inesperados. Pero ¿es posible avanzar cuando los secretos comienzan a pesar demasiado? ¿Quién es quién en esta historia?
Es una historia bien escrita, bien desarrollada pero la mayor del tiempo no conecte con los protagonistas. No por eso es una mala historia, simplemente: no era el momento correcto para que yo disfrutará la lectura al máximo. Me sabe mal que la mayor parte no disfruté de la historia, porque la autora es una de mis escritoras favoritas. El mapa de los anhelos es un viaje espiritual de los personajes para encontrarse a uno mismo, de aceptar las pérdidas, afrontar los errores, aprender de ellos para poder vivir mejor. Hay algo que si me hizo sentir empatía con la protagonista, Grace, y fue el momento que se entera de algo con respecto a su padre. De igual forma me enoje con el personaje con la reacción que toma cuando Will se confiesa con ella, cuando le cuenta si historia... Osea, Grace misma le pidió que se lo contará y que no iba a juzgarlo: ¡es lo primero que hace! ¿Me gustó? La última parte del libro. ¿La recomiendo? Si, a mí no me gustó del todo en este momento, pero no descarto volver a leerlo en unos años. Como dije, la historia está bien escrita. Mi estado de ánimo me jugo en mi contra.
>> La vida es un tablero de ajedrez; si te han regalado uno, no te quedes ahí parada mirando las partidas de los demás, porque quizá en algún momento te arrebaten tus fichas y ya sea tarde. Prepara una buena defensa, pero juega. Hazlo, aunque no siempre sepas cuál será el mejor movimiento. No se trata de ganar, sino de intentarlo. <<
¿Alguna vez se sintieron sin rumbo buscando respuestas? El mapa de los anhelos, la última novela de @alicekellen_ , presenta una historia fuerte y emocionante. Nos muestra la levedad compleja de conocernos y enfrentar los miedos que comen la cabeza. Grace Peterson es una joven de 22 años que perdió el norte por el que vivía: salvar a su hermana mayor, Lucy, quien murió de leucemia. El vacío la abruma mientras ve cómo su familia se estanca y todo se rompe. Un día, su abuelo Henry le dice que ella le dejó algo antes de irse. Un juego que había armado y que Grace debe completar: El mapa de los anhelos. Será su motor, buscándose a sí misma y a un tal Will Tucker. Él vive en Nebraska luego de haber escapado de su historia larga. Conoció a Lucy en el hospital y quien, antes de partir, le dio una misión: ayudar a su hermana con el juego. No sabe que su mundo cómodo y simple se verá afectado por la irrupción de Grace. Si quiere avanzar deberá retroceder hacia sus profundidades. La historia es una combinación letal de monólogos internos y profundos, y de metáforas con sentido. La narración en primera persona de Grace y de Will muestra a dos personajes unidos por el amor y, en especial, el encuentro con la identidad propia con crecimientos marcados. Finalmente, un proceso temporal lineal que presenta un relato armónico, con saltos hacia atrás justos y necesarios. Una novela increíble. @librosenlamirq en Instagram
Me esperaba mucho más de este libro. No he empatizado mucho con los personajes, aunque en algunos momentos sí que me ha gustado mucho.
Una historia impresionante sobre la vida, el duelo, lo que pudo y no fue, las cosas realmente importantes y los anhelos de cada persona. Desde la página 1 me he sentido atrapada en la historia de Grace y su mapa de los anhelos y, mientras leía, recordaba que cada uno de nosotros tiene su mapa propio. 🥹
Si los sentimientos hablarán éstos quedarían inmortalizados en las páginas de este libro. El amor, el dolor, una fina línea que separa el abismo, vacío, oscuridad con la aceptación, la superación y el estar bien. Sus palabras me hicieron reflexionar, pensar en la vida que llevamos: tan caótica y cansada; con ese "después" que tanto nos gusta utilizar, ¡Tal vez no exista ese momento!. Somos tiempo, instantes, la arena de un reloj sin tregua, el paisaje a través de una ventanilla de un tren. Vivimos cómo si fuéramos a vivir mañana, pero, (siempre un "pero", odio esa palabra) no sabemos si despertaremos al día siguiente o todo haya acabo al llegar el ocaso. En sus páginas encontré la realidad de muchas personas; no me avergüenzo decir: he llorado. Sí he llorado como una niña, con miedo, desesperación, angustia, he llorado para sentirme bien y poder seguir leyendo el libro que es mi vida. Alice kellen escribe con sentimientos y son éstos los que perdurarán en mi mente.
Todos los libros de Alice esconden originalidad en sus historias. Una pluma exquisita y profunda. Esta historia ha sido muy especial. En muchos sentidos. Ha sido un viaje extraordinario.
Grace es una chica que se encuentra perdida, sin rumbo luego de que su hermana Lucy haya muerto y que su misión en esta vida, salvarla, no haya dado sus frutos. Pero Lucy deja un legado que la guiará en su camino, un juego que la llevará a encontrar el amor y sus objetivos. Will aparece en escena para enseñarle el juego y acompañarla en este camino, lo que ninguno sabe es que este también será el camino a su historia de amor. Es una novela, si bien quizás un poco previsible, muy bonita con grandes diálogos entre sus personajes y que hace que te metas de lleno en la historia. La he disfrutado mucho.
Nunca me han gustado los finales. Cuando termino un libro, siempre noto un hormigueo en la punta de los dedos porque deseo seguir pasando unas páginas que no existen.
Si no haces ruido, si aprendes a caminar de puntillas, llega un momento en el que te vuelves invisible incluso cuando te miras al espejo.
Cuando conoces a alguien, existe un instante concreto en el que sostienes la puerta entreabierta y tienes que elegir si quieres cerrarla o abrirla
Creo que tenemos una imagen distorsionada de lo que somos porque, en realidad, cambiamos un poco cada día.