Sinopsis de EL MAL MENOR

“El relato de terror es quizá la forma más devaluada y más activa de la cultura actual. La dificultad de fijar con claridad sus límites es una prueba de que no ha sido aún legitimada por la crítica académica. Frente a la lógica del género, Feiling toma una decisión muy sagaz: en su novela el terror es del orden de los personajes y no incumbe a los efectos de la narración. El mal menor no es un relato de terror sino un relato sobre el terror. Algunos protagonistas inolvidables de la novela son los que se mueven en un mundo aterrador y ven lo que otros no ven, y sufren las consecuencias de su sombría clarividencia. Desde el momento de su aparición, El mal menor (como la historia de terror que narra) ha sido un acontecimiento inquietante en nuestra literatura pero también, desde entonces, con su gracia y su perturbador final, nunca ha dejado de fascinar y divertir a los lectores apasionados por las buenas historias”. Ricardo Piglia (autor del prólogo)

10 reseñas sobre el libro EL MAL MENOR

En esta oportunidad me fue realmente difícil calificar este libro, porque es muy pero muy irregular con respecto a su calidad literaria. Lo bueno es tan bueno que te quita el aliento pero cuando decae se va directo al abismo (😕) CHAN. En estos casos, solo queda sopesar (😕). Vayamos primero a lo alto: está extremadamente bien escrito. Feiling tiene una crudeza y una violencia casi poéticas. El tipo te golpea con una prosa abrupta pero hermosa, sucia pero bella y tan acertada que parece real. Y está presteza a la hora de escribir, en terror es lo que da efectividad. Describe tan bien los momentos terrorificos que te eriza la piel. En " el mal menor", a una joven mujer la está persiguiendo un psicópata que está asesinando a todos sus seres queridos. La cuestión es que este ser peligroso y vomitivo, en realidad, salió de sus propias pesadillas. Cobró vida y se fugó de la dimensión de los sueños para aterrorizar a esta mujer en la vida real. Saben lo que es peor? No lo dice explicitamente, pero para mí, esta chica no tenía pesadillas comunes, sino terrores nocturnos (😫). Las pesadillas son sueños feos. Los terrores nocturnos son episodios tan escalofriantes y tan terroríficos que te hacen moverte, gritar y despertarte muy angustiado. Yo los tuve por más de 10 años (sorprendentemente, deje de tenerlos cuando quedé embarazada). Hay un segundo en el que te despertas gritando creyendo realmente que todo es verdadero. Pues imaginen que ese segundo se prolongara (😫). Si a mi me dicen que mi terror nocturno (siempre tuve el mismo o una version de él), se hizo carne y que me perseguirá en la vida real, lisa y llanamente me meo encima. Feiling se lució a la hora de buscar algo que de verdad asuste. Peeeeeroooo...mete la pata hasta el cuadril cuando se va por las ramas para explicar las causas de este fenomeno con teorias traidas de los pelos, un entrenamiento para combatir al bicho este, aburridisimo y una batalla entre el bien y el mal que es una reverenda cagada. Me recordó a los cazafantasmas (🤦‍♀️). Adivinen que es lo que desempata?😁. EL FINAL. Es rotundamente EPICO. Feiling da un ultimo giro deslumbrante, sorprendente y bello, que te lleva a repasar las diferentes partes de la historia y a decir " ahhhh!!era por eso!!!". Así, que...2 a 1. Gana Feiling😁.


Llegué a esta novela sin referencias ni expectativas y su principio me cautivó: una novela de terror ambientada en Buenos Aires, cuyos personajes hablan en argentino (o en porteño, mejor dicho) y bien anclada referencialmente en los noventas. ¡Excelente comienzo! Además, el autor escribe muy bien y los primeros tres capítulos consiguieron engancharme a fuerza de una escritura fluída, un buen ritmo y una historia que dosifica la intriga inteligentemente. Pero, lamentablemente, a medida que avanzaba en la lectura el entusiasmo se me desinfló un poco (bastante diría). Por suerte, en los últimos capítulos logra repuntar y llegar a un muy buen final. Lo cual no es poco. Si bien la novela es corta y se lee rápido, en algunos pasajes se detiene quizás demasiado en la presentación de los personajes en su devenir cotidiano y su pasado para introducir con cuentagotas los aspectos que interesan a la trama. Esos pasajes están muy bien logrados y se disfruta mucho su lectura, pero terminan quitándole ritmo a la narración con algunas disgresiones que, si bien enmarcan las historias y cohesionan la trama, pueden resultar innecesarias. Creo que ello me llevo a no empatizar del todo con los personajes. Como un gran punto a favor puedo decir que algunas de las escenas de terror narradas logran ponerte los pelos de punta gracias a su lograda intensidad y son lo mejor de la novela. Como contraparte, las secuencias de acción se resuelven de forma un tanto inverosímil y apresurada, tornándose totalmente anticlimáticas. En definitiva, "El mal menor" me ha dejado un sabor agridulce y sensaciones contradictorias. Y es una pena porque tiene muchísimos elementos interesantes y C. E. Fielding posee un estilo muy logrado y agradable de leer. Es la primera vez que no sé si recomendar o no una lectura en una reseña. Yo, seguramente, le voy a dar otra oportunidad al autor.


Antes de comenzar esta novela había leído que generaba sentimientos encontrados y una vez terminada pude entender porqué. Una novela bastante confusa y perturbadora  que indaga en un terreno que considero muy poco explotado pero intrigante. Si bien a las apuradas se la cataloga dentro del terror, creo que esa calificación quedaría corta porque al menos para mí lo interesante de la novela está más allá de las escenas gore (que por cierto están bien también). Creo que es interesante la perturbación de la protagonista, dónde el discernir entre el sueño y la vigilia le es totalmente incontrolable. Sin decir demasiado (no porque sea tan buena, si no porque es muy difícil de explicar😵)  el autor nos pone de protagonista a Inés, una chica en el barrio de San Telmo que vive con su gata, tiene su novio y le da a la cocaína sin asco. Feiling parte de lo realista para ir introduciéndonos de a poco en el terreno subrealista, fantástico y  "ultratumbezco" (permitanme la invención de la palabra) Puede ponerse en juego que no sea un género que le guste a todo el mundo, o que no haya poesía, pero sí destaco mucho la intriga, la sorpresa y el tremendo final que compensa (y coincido también con muchas opiniones) las partes que quizás nos dejan sin sabor a nada. Finalmente, considero que vale por su brevedad y originalidad y por el final que realmente me valió una estrella más de la que tenía pensada 👏


Como novela de terror, esta bien.. Creo que tanto mambo trillado de hombres lobos, vampiros con abdominales marcadas y zombies de todo tipo y especie termina siendo una una novela bastante original. Por otro lado el mambo entre lo onírico y lo real tiene un simbolismo que te deja regulando y esta muy bueno. Ahora y finalizando esta reseña, lo mejor es el cierre ( alerta de spoiler) y su total interrelación con los dos epigrafes ( al los cuales generalmente no les doy bola) pero que esta vez te das cuenta de su relevancia y contribución a un cierre perfecto.


La muerte prematura de todo ser humano es una tragedia, pero aquellos que somos fanáticos de alguna disciplina (da igual cuál: puede ser arquitectura, pintura, literatura, deporte, etcétera) nos lamentamos un poco más cuando nos enteramos de la muerte a una edad muy temprana de alguien muy habilidoso. Decimos: ¡Que talento se perdió! ¡Cuantas obras habría escrito! Eso me sucede con C.E. Feiling. Su novela tiene una prosa inteligente y cuidada, y transcurre en una Buenos Aires de los años 90 (una época especial para mí, porque me remite inevitablemente a mi infancia y sonreí ante varias referencias mientras leía) donde lo espantoso se intercala con lo cotidiano y banal. Y cuando menos lo esperamos, el gore entra por la ventana como un asaltante. Otra cosa que me gustó fue que la novela desarrolla una mitología interesante, en base a conceptos como El Cerco, La Vigilia y los arcontes (un término que se originó, si mal no recuerdo, entre las sectas cristianas gnósticas). A grandes rasgos la narración vira entre Buenos Aires, barrio de San Telmo y algunos capítulos en Cuba. Me sorprendió que el autor describiera Cuba tal y como es: la mayoría de los escritores argentinos, a la hora de usar Cuba como escenario, la alaban como el paraíso de los proletarios y no como el infierno que es, donde la gente se escapa en balsas. Pero dejando de lado ese detalle, una excelente historia que empieza con lentitud y va acelerando progresivamente el paso, hasta la brutalidad de la conclusión. Admito que soy parcial, toda vez que también soy escritor de terror y por lo tanto fan del género, pero realmente recomiendo esta lectura. Especialmente, no me esperaba el final.


Una joya literaria del género terror argentino. Novela rara, misteriosa y con un final que descoloca por la ambigüedad. Nota de color: en el 2019 se hizo una película con el nombre "El Prófugo", la recomienda aunque no se haya leído el libro primero porque es una versión libre de la obra general. Además, fue seleccionada para competir por película extranjera en los Oscar 2022.


Es una historia rara. No digo que no me haya gustado, creo que la forma de escribir del autor es excelente y me apeno mucho saber que luego de esta novela haya fallecido, pero nunca me enganché y me costó empatizar con los personajes. Es más creo que no la entendi muy bien. En el final la historia da un giro bastante original y resignifica un poco toda la locura que lees antes, por eso le subi una estrella por que si no hubiesen sido 2.


A pesar de la cantidad de público que tienen las series/películas de terror y de los números de venta de Stephen King, la academia y las editoriales nacionales nunca tuvieron en gran consideración al género. Quizás debido al gran éxito de Mariana Enríquez este libro de la década de los '90 que me había pasado desapercibido vio la luz. Debo decir que me parece una injusticia no haberme enterado que este tipo de literatura existía en Argentina. Con un terror muy en la vena de King, ahondando en los personajes y generando clima hasta que llega la inevitable sangre, el autor construye un mundo personal con reglas que establecen su propia lógica. Es una pena que el final parezca tan apurado y repentino., La corta extensión de la novela daba lugar para explayarse un poco más.


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