Hay que ser muy educado para soportar a ciertos huéspedes, sobre todo si nos rompen loslibros, nos muerden los platos y no nos prestan atención. Sobre todo si se instalan en nuestra casa y se niegan a marcharse. Cuando en alguna furiosa noche de invierno oiga sonar el timbre, no acuda a la puerta y apague la luz. «Hace poco vi un estupendo libro ilustrado, El huésped dudoso de Edward Gorey. Si todavía no lo conocen, lo recomiendo sin ninguna reserva.» Herman Hesse.
𝐸𝓁 𝒽𝓊é𝓈𝓅𝑒𝒹 𝒹𝓊𝒹𝑜𝓈𝑜 Sombrío y curioso libro por donde se lo mire. El autor nos cuenta en pocas páginas, con ilustraciones muy bellas, la historia de un ser, en este caso nombrado huésped, que ingresa en una casa sin ningún acontecimiento aparente y nos muestra los eventos que suceden dentro de la misma.