Asfixiados por alfombras, engullidos por el fango, atacados por osos o consumidos por las llamas, veintiséis niños inocentes descubren, sin tiempo para sorprenderse, el extremo riesgo de vivir. Celebrada como la obra maestra de Edward Gorey, Los pequeños macabros, muestrario alfabético de destinos trágicos, alumbra el lado más transgresor y visionario de un artista excepcional.
Una historia para disfrutar con los cinco sentido, pero principalmente con la vista. Una historia sumamente corta pero rica en creatividad, imaginación, arte y, sobretodo, en eventos desafortunadamente macabros. Edward Gorey es un maestro de las ilustraciones y en ésta historia corta me estrujó el corazón veintiséis veces. Considero que la forma correcta y más acertada para describir Los Pequeños Macabros es con la frase: “Una imagen dice más que mil palabras”. Es un libro que les recomiendo ampliamente,lo querrán releer junto al momento de terminarlo, se disfruta en minutos ésta historia, pero echa a volar tu imaginación por horas.
Me gusta mucho la obra de Edward Gorey, la cual conocí gracias a las ilustraciones que hizo para un poemario de Eliot sobre gatos, "El libro de los gatos talentosos de la vieja zarigüeya", como lo conocí. Este libro me pareció muy bello, pero me produjo siempre una sensación de tristeza, de vacío. Como ya han mencionado, se trata de 26 niños y 26 maneras de morir, correspondiendo cada una a una letra del alfabeto, por la inicial de su nombre. Hermoso y muy triste.