EL HOMBRE DE LA MULTITUD

El hombre de la multitud es el cuento más ambiguo que he leído de Poe hasta la fecha. Lo único claro es que el protagonista anónimo tras salir de una enfermedad pasea por las calles de Londres y entra en un café. Desde sus ventanas contempla las aceras atestadas de gente y los va clasificando por su forma de andar, su vestimenta o porte en diferentes clases sociales. Estas descripciones son marca de la casa, es decir, sencillamente magníficas. Un individuo, le llama particularmente la atención y decide seguirle. A partir de aquí, todo es bruma. Dos días persiguiéndolo donde no ocurre prácticamente nada, cambios de ritmo en la velocidad del caminar y vueltas para llegar al mismo sitio. Poco nos cuenta el autor del perseguido: que es un sesentón, y que parece poseer un puñal que no utiliza en ningún momento. Y, o yo no he entendido nada, o es un viaje a ninguna parte. Del texto solo soy capaz de sacar en claro la obsesión hasta el cansancio del perseguidor. Relato breve, muy bien escrito, del que desconozco el propósito, donde Poe crea un misterio y después te hace la cobra. Una de dos, o el estadounidense jugó a crear una ilusión con el lector para dejarle con las ganas, o los opiáceos consumidos para la escritura estaban más caducados que naranjito. (mascota del mundial de fútbol de 1982) Convencido estoy de que una vez pasada la resaca, si le preguntaran a don Edgar que pretendió decir, su respuesta sería: ¿lo cualo? Con todo, otra buena muestra de la prosa que se gastaba el amigo de los cuervos.

Este cuento de Poe lo he encontrado diferente, me ha mantenido en suspense pasando las páginas para saber qué es lo que va a ocurrir... el final me ha dejado atónita, no diría que me he llevado una decepción, pero he sentido algo parecido. Empieza el relato como tantos otros, narrado en primera persona por un convaleciente que pasa el rato mirando a la multitud que pasa por una calle principal de Londres, desde un ventanal de un restaurante. En el relato se hace una magnífica descripción de las diversas personas que conforman esa multitud que transita deprisa... Entre la multitud, divisa un personaje que le llama la atención por diversos motivos y decide seguirlo; empieza la persecución que le lleva por distintas zonas y barrios de Londres, va observando que su perseguido se comporta de forma diferente cuando se encuentra casi solo, más apagado, más dubitativo, camina más despacio... Busca las multitudes de gente, donde parece que se encuentra a gusto... Después de más de 24 horas haciendo de detective, siguiendo a ese hombre por calles y callejuelas, diferentes barrios pobres y ricos, elegantes y de los suburbios, llega a la conclusión de que no va a sacar nada en claro de sus pretendidas pesquisas... Es un hombre de la multitud... Me ha gustado la manera como describe a las diferentes personas: por su manera de vestir, sus modales, sus movimientos, su manera de caminar, de desplazarse, de comportarse... Una multitud heterogénea formada por personas, hombres y mujeres, de diferentes estratos sociales, con diferentes profesiones y trabajos, con diferentes anhelos y propósitos, diferentes estados de ánimo, ansiosos por llegar a su casa o por llegar a una taberna, etc... En suma, un extraño relato que te deja un regusto diferente, ni malo ni bueno, diferente... 6 de febrero de 2021

Me decepcionó mucho. Iba bien encaminado, pero al final solo es un señor persiguiendo a un extraño por la ciudad