EL GUARDIÁN INVISIBLE

Exceso de CSI. Qué razón tiene mi amiga Mer, tanto CSI ha hecho que mis dotes premonitorias respecto a finales de novelas se haya multiplicado por mil. Pese a ello, me ha encantado.

Un libro que me atrapó desde la primera página y que lo leí sin ningún tipo de perspectiva, el planteamiento inicial es muy intrigante, querer saber más sobre el asesinato de unas niñas-adolescentes encontradas de una manera angelical. El misterio y la mitología de Baztan que me transportó a ese mismo lugar porque está muy bien detallado. Nunca antes me había dado tantas ganas de torcer el cuello a un personaje y en este libro si que me ha dado unas ganas enormes de hacerlo. He sentido a momentos que la investigación pasaba a segundo plano y eso me descolocaba. En fin, vamos por los otros dos.🙂

Primera parte de la trilogía del Baztán. Febrero de 2012, Elizondo, Navarra. La inspectora de la Policía Foral de Navarra Amaia Salazar investiga una serie de asesinatos de niñas que la alcanzará en su ámbito más privado y personal. Se trata de una novela negra sobre asesinatos en serie en la que está incrustado un paisaje de fondo de tradiciones y misticismo propios de las tierras navarras. Eso le da un punto de originalidad aunque hay momentos en los que parecen incompatibles ambos conceptos personificados en la protagonista. Sin ser una obra maestra es una novela entretenida de agradable lectura que se lee rápido y que invita a atacar el segundo volumen.

He acompañando a la inspectora Amaia Salazar tras el rastro de sangre y muerte que deja a su paso un homicida serial conocido por los medios como El Basajaun, apelativo que toman de la tradición vasca, que en realidad hace referencia a un ser de los bosques, muy parecido a Pie Grande. En la novela hay una tensión entre esa cultura oral que rinde tributo al equilibrio de la naturaleza y los medios de comunicación que todo lo reducen a estereotipos, sin que haya correspondencia entre los hechos y aquello que quieren vender: los noticiarios bautizan al asesino como el Basajaun porque deja a sus víctimas en las orillas de los ríos, tergiversando la esencia de la criatura mítica, que es una fuerza benigna encargada de custodiar los bosques milenarios, los valles, los ríos y los animales que los habitan, incluso ayuda a los campesinos del Baztán librándolos del peligro; pero para la prensa eso queda en segundo plano, desvían la significación del mito sólo por la información como mercancía de consumo.No quiero hablar más de lo que cuenta El Guardián Invisible, me interesa más cómo está escrita la novela: Amaia Salazar es un personaje basado en los detectives clásicos de la novela negra, pese a su gran inteligencia y a su talento natural para la investigación, los hechos van por delante de ella, prácticamente se mueve a tientas entre los homicidios y las extrañas escenas del crimen que fabrica el asesino con su ritual de pureza a orillas del Baztán. Los traumas personales de Amaia y su oscuro pasado en Elizondo le impiden descifrar el sentido para solucionar el caso, cuestión que aumenta el suspense, sólo en la medida de su relación con el submundo mítico que sirve de ambiente a la trama. El narrador omnisciente conoce todos los hechos, utiliza la tercera persona, siguiendo a la protagonista en la búsqueda de la verdad, en este aspecto la escritora no se complica, tampoco en la prosa que es fluida y logra una claridad en el lenguaje que conecta de manera directa con su lector, no porque sea simple, sino porque tiene la virtud de contar con nitidez las acciones. Con esa misma claridad, Dolores Redondo es capaz de universalizar los paisajes locales, la tradición oral, y hasta la gastronomía del País Vasco y Navarra, involucrándolos con sutileza, de manera eficaz en el relato, creando un paisaje muy original que sirve de contexto a la novela, que se siente como parte indispensable de lo que cuenta; lo que más impresiona es que lo haga dentro del género policiaco, donde no es lo usual, hasta el punto de que la novela sencillamente no funcionaría sin esas pinceladas míticas que refuerzan su atmósfera de misterio. Este thriller moderno construido con los recursos propios del género negro y con ingredientes de la tradición vasco – navarra, ha sido toda una sorpresa durante el encierro de la pandemia: un viaje emocionante entre crímenes, pesadillas familiares, obsesiones infantiles y seres mitológicos, para conocer y enamorarse del Baztán y de sus bosques antiquísimos, donde la magia de la naturaleza se niega a morir.

Me ha encantado. Ha mantenido la tensión, e incluso iba en aumento en las últimas páginas. Algunas descripciones sobraban bajo mi punto de vista, porque tienes ganas de saber qué sigue sucediendo en la historia, y saber cómo son los bosques, las calles, el pueblo... a mi me personalmente me aburría levemente. Lo recomiendo, cambiaré de género para el siguiente libro, pero sin duda me terminaré la trilogía.

La inspectora Amaia Salazar vuelve a su pueblo para investigar el asesinato de varias niñas. Se mezcla el pasado misterioso de la inspectora, su familia, y los mitos del bosque.

El guardián invisible, Dolores Redondo. Esta es la historia de Amaia, una inspectora de policía que reside con su marido en Pamplona, pero que, tras el segundo asesinato de una de las jóvenes de la zona llamada Ainhoa Elizabu, es enviada de vuelta a su pueblo natal, Elizondo, donde están ocurriendo esta serie de crímenes a manos del famoso asesino denominado el Basajaun. Allí, Amaia y su equipo van recogiendo pistas que el asesino deja en los escenarios de los crímenes de estas niñas, siempre con un patrón sospechosamente parecido en el que el cuerpo está representado como en un acto de purificación. Además de esto, nuestra protagonista tendrá que enfrentarse al pasado que tanto la atormenta tras regresar al pueblo del que huyó, y batallar con todos los fantasmas que habitan allí, tanto vivos como muertos. En mi sincera opinión: una pasada. No hay muchas más palabras para describir este libro. Te deja en tensión durante toda la historia y siempre quieres seguir leyendo un poco más. Por otra parte, la historia que nos cuentan es a veces un tanto enrevesada, pero increíblemente ingeniosa y adictiva, junto con la forma de narrar que tiene la autora, tan ágil y que no te aburre prácticamente en ningún momento. Los personajes, increíbles. Y me encantó ver como evolucionaban a lo largo de la historia, y como, poco a poco, vas entendiéndoles un poco mejor (aunque no todos), e incluso algunos llegan a sorprenderte. También tengo que destacar los elementos de mitología de la zona que aparecen en ciertas partes de la investigación. Cómo a veces hablan de aquellas diosas vestidas de verde y dorado y esos monstruos que habitan en las profundidades de los bosques, a pesar de que solo son parte de las creencias y el folclore que allí creían antiguamente (y no tan antiguamente). Por lo que la ambientación me pareció muy buena. Resumiendo, me lo bebí en unos días. No es un libro muy largo, y tampoco se te hace extenso. Más bien, incluso se te antoja corto, y muchas veces, te deja con la boca abierta cuando, tanto los propios personajes como tú, vais encajando las piezas de los asesinatos. Es una historia que a veces puede ser un poco dura de leer, pues tiene una faceta oscura en algunos aspectos, pero que sin duda alguna recomendaría una y otra vez.

Debo confesar que vi la película antes de leer el libro, la película es casi una copia del libro de no ser porque la lacrura de las cartas en la película lo hace la tía de amaia y el el libro lo hace su hermana rosaura.