Después de haber dedicado su atención a algunos de los mitos del siglo XX, Norman Mailer ha decidjdo abordar uno de los grandes mitos de todos los tiempos: Jesucristo, que cuenta su historia en primera persona. Mailer no ha pretendido ser blasfemo, ni escandalizar, ni ofender, sino intentar comprender mejor a un personaje fascinante, y nos presenta una visión humanista de Jesús, un Jesús de carne y hueso, abrumado por la misión que le ha sido encomendada, dotado de deseos y de sentido del humor, y lleno de dudas.Esta relectura personal pero singularmente fiel de los textos evangélicos es un libro polémico y apasionante, que no puede dejar indiferente ni a los creyentes ni a los no creyentes. Ante la demanda de espiritualidad, Mailer abandona los mitos laicos de nuestro tiempo y propone una aproximación a uno de los grandes mitos sagrados de la humanidad.
En la década de los '90, probablemente a raíz de los descubrimientos de los rollos del mar muerto, se puso de moda en los escritores a lo largo y ancho del mundo tomar la voz de Jesús para que este narre su propio evangelio, o al menos para hablar del tema. Además de la presente novela de Mailer pienso en "El evangelio según Jesucristo" de Saramago o "El evangelio según Van Hutten" de Abelardo Castillo. La versión de Jesús que nos entrega el norteamericano, es la de un hombre lleno de dudas. Poseía poderes cuyo funcionamiento ignoraba y de cuyo origen dudaba. Las frases o la sabiduría provenían de un lugar desconocido y en más de un momento se sorprendía a sí mismo pronunciándolas. Quizás lo más interesante de la novela sea el rol de Judas, el verdadero revolucionario de la historia y un protomarxista que acusa a Jesús de tibio por no atreverse a ir en contra del orden establecido, tsnto por los ricos entre los judíos, como por el dominio Romano. Breve -algo extraño en Miller-, sencilla y ligera, sin ser pasatista, la novela ds una versión más de un personaje que ha sido retratado muchas veces, aunque la mayoría con la misma visión.