No hay una sola manera de ver cine, como tampoco de ver la vida. Pero si esa manera está unida a la pasión, se descubre un modo de nombrar el mundo, de citar la vida, de comprender y ser comprendido. José Pablo Feinmann nos devuelve la mirada del espectador, pero no es un espectador común. Es un hombre sumamente inteligente, erudito, que puede sopesar cada pequeña escena en el contexto filosófico e histórico correcto. Y por si fuera poco, sabe muchísimo de cine. De Greta Garbo a Nicole Kidman, de John Ford a Martin Scorsese o a Steven Soderbergh, pasando por todos los géneros, Feinmann bien puede afirmar que nada del celuloide le es ajeno. Es un crítico agudo, sagaz, que sabe añadir a la pasión un toque personal, una vuelta de tuerca diferente.