Desde esos peque:amp;ntilde;os mundos que se concentran en Ontario, <;strong:GT;Alice Munrolt;/strong:gt; compone uno de las colecciones de cuentos m:amp;aacute;s crudos y luminosos de la literatura contempor:amp;aacute;nea. Sutiles obras maestras en los que una de las mejores autoras de la literatura universal explora esas vidas cohibidas de mujeres. Mujeres que dudan, que huyen, que abandonan, que se desbocan. Mujeres fr:amp;iacute;as, a veces infieles, otras insensatas. Munro postula para todas ellas, sin embargo, una esperanza, una v:amp;iacute;a de escape, com:amp;uacute;n en las ocho historias de este maravilloso volumen contra la amenaza de la rutina y el confinamiento de los sue:amp;ntilde;os.
Este libro de relatos me gustó mucho, pero si puedo hacer una recomendación, hay que leerlos no todos juntos, hay que leerlos espaciado para dejarlos crecer. Son como esas figuras que son pequeñas y que luego al echarles agua crecen, sus historias son comprimidas, sintéticas, pero al leerlas crecen, las páginas se amplían y requieren tiempo para alcanzar su verdadero tamaño. Sus personajes son tan realistas, tan como son, humanas, de verdad y puestas en vitrina para que las veamos en momentos determinados para comprenderlas y comprendernos.