Esta obra perfila, a partir de la dimensión social de la educación, un horizonte en que encuadrar, interpretar y dar respuesta a los malestares y desafíos que el educador percibe en su trato con las nuevas generaciones. Así los educadores podrán liberar su energía en pro de la recreación de la Escuela, superando las dificultades educativas y mostrando que hay razones y esperanzas para seguir comprometiéndose en la humanizadora tarea de ser acompañantes de la construcción personal y social de otros seres humanos.