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Sinopsis de DEL COLOR DE LA LECHE

Elias Canetti escribió que en las escasas ocasiones en que las personas logran liberarse de las cadenas que las atan suelen, inmediatamente después, quedar sujetas a otras nuevas. Mary, una niña de quince años que vive con su familia en una granja de la Inglaterra rural de 1830, tiene el pelo del color de la leche y nació con un defecto físico en una pierna, pero logra escapar momentáneamente de su condena familiar cuando es enviada a trabajar como criada para cuidar a la mujer del vicario, que está enferma. Entonces, tiene la oportunidad de aprender a leer y escribir, de dejar de ver «sólo un montón de rayas negras» en los libros. Sin embargo, conforme deja el mundo de las sombras, descubre que las luces pueden resultar incluso más cegadoras, por eso, a Mary sólo le queda el poder de contar su historia para tratar de encontrar sosiego en la palabra escrita.En Del color de la leche, Nell Leyshon ha recreado con una belleza trágica un microcosmos apabullante, poblado de personajes como el padre de Mary, que maldice a la vida por no darle hijos varones; el abuelo, que se finge enfermo para ver a su querida Mary una vez más; Edna, la criada del vicario que guarda tres sudarios bajo la cama, uno para ella, y los otros para un marido y un hijo que no tiene; todo ello, enmarcado por un entorno bucólico que fluye al compás de las estaciones y las labores de la granja, que cobra vida con una inocencia desgarradora gracias al empeño de Mary de dejar un testimonio escrito del destino adquirido, al cual ya no tiene la posibilidad de renunciar. NELL LEYSHON nació en Glastonbury (Inglaterra). Novelista y dramaturga, ha recibido numerosos premios. Su primera novela, Black Dirt (2004), fue candidataal Orange Prize for Fiction y preseleccionada para el Commonwealth Book Prize. En 2008 publicó Devotion. Ha sido galardonada con el Premio Evening Standard Theatre por su obra teatral Comfort Me With Apples, y Bedlam ha sido la primera obra escrita por una mujer para el Shakespeare’s Globe Theatre. Además, recibió el Premio Richard Imison por su primera obra teatral para la BBC Radio.

62 reseñas sobre el libro DEL COLOR DE LA LECHE

Será difícil olvidar a Mary. Ella misma nos narra su historia. Un periodo breve de su historia, apenas abarca poco más de un año de su vida. De una forma simple y un poco burda, porque recién acaba de aprender a leer y escribir. Es un relato breve, no llega a 200 páginas, pero que están llenas de mensajes. Hay que leer despacio para que nada se te pase por alto. Muchas son las citas que se pueden subrayar. La historia nos lleva a Inglaterra, año 1830. Mary tiene 15 años y pertenece a una familia de granjeros. Vive en la granja con abuelo, sus padres y hermanas. Lo único que importa es trabajar de sol a sol. Para su padre, sus hijas solo son mano de obra. Tiene la oportunidad de salir de la granja para irse a vivir a la vicaría. La esposa del vicario está enferma, va a cuidarla y a ayudar en las tareas de la casa. Y hasta ahí puedo contar. Si quieres conocer la historia de Mary tendrás que leerla. Mujer, casi una niña, analfabeta… Mary no tenía mucha elección en la época que le tocó vivir. A mí personalmente una de las cosas que más me ha gustado, es la visión clara y simple que Mary tiene de la vida. Sin duda recomiendo su lectura.


Mary es una jovencita de quince años, la menor de cuatro hermanas, nacida en el seno de una familia pobre, triste y poco afectuosa, cuyo orden del día, de prácticamente cada día, es trabajar en la granja de papá desde antes de salir el sol y hasta después de ponerse. Está chica, de cabello color de la leche con una malformación en una de sus piernas, despierta, que dice lo que piensa (aunque le cueste un coscorrón), con una mente intuitiva que no correspondería a su edad y que se hace entrañable, es enviada a la vicaría para cuidar a la mujer del vicario lo que supone una ganancia extra para su padre. Esto le permite un trabajo menos agotador y la oportunidad de aprender a leer y escribir aunque ella preferiría volver a casa con los suyos en especial con el abuelo con quien tiene un estrecho vínculo. Y es Mary quién a modo de diario escribe su historia con sencillez y naturalidad, relatará la crudeza y violencia que padeció en el año mil ochocientos treinta, los años son del señor.


Cuánta impotencia. Este libro te lastima el alma. Duele leerlo, y viene sin anestesia. No es justo, no es justo, no es justo…esas tres palabras resonaron dentro de mi cabeza la mayor parte del libro. Mary es una niña con una personalidad que no encaja en su época, no se calla, dice lo que piensa siempre, cruda, sin filtros, inteligente. Fuerte, fuertísima, tal vez haber nacido con una pierna mala, distinta con su pelo blanco, hizo su fortaleza. Pero al mismo tiempo agacha su cabeza y acepta su destino con entereza, esa dualidad me destrozó. No se merece lo que vive (nadie se lo merece) pero ella menos que nadie!! pero ahí está…no pierde tiempo con la queja, ejecuta: “me preocupo por muy pocas cosas. si no puedo hacer nada, entonces no me preocupo. si puedo hacer algo, entonces lo arreglo y ya no tengo que seguir preocupándome más”, esta frase la representa a la perfección. Su destino está sellado, tanto que mientras lo leía sentía que faltaba el aire, una presión en el pecho, y de pronto respiras una bocanada, pero dura poco y nuevamente estas buscando ese alivio. Denle un respiro, pensaba. Esta es una novela corta, la leí en un día, me atrapó terriblemente aunque cuando la comencé me costó bastante adaptarme a la forma en que está escrita, pero con el correr de las palabras, lo fui incorporando y en vez de leerla, fui escuchando su voz, lo que le dio más poder a la historia. Un personaje que merece ser leído.


Junio 2020 libro 43 "Este es mi libro y estoy escribiéndolo con mi propia mano" , es la única libertad que se ha permitido en su vida Mary con quince años en la Inglaterra de 1831. Mary es sincera, auténtica, trabajadora y con una lengua afilada y es ella la que cuenta una historia, su historia, empatizas con ella desde el minuto uno, acepta su vida como le viene dada, con un padre autoritario y tirano, al que toda su familia, madre, abuelo y cuatro hermanas obedecen por el simple hecho de que es el hombre en una sociedad en la que la mujer ocupa un papel de servilismo y sumisión absoluta. Si al hecho de ser mujer le juntas que es pobre, Mary tiene todos los papeles de convertirse en un juguete sobre el que decidir donde colocarlo y allí sin discusión ella obedecer porque tiene que hacerlo Me sorprendió en principio la originalidad de la redacción, sin mayúsculas después de los puntos, con un lenguaje casi infantil y con "y..." al comienzo de la mayoría de las frases, pero eso te hace entrar en su mundo en su inocencia y en su frescura. Desde que empecé el libro no he podido parar de leerlo, esa lectura que se dirigía a mi de forma incesante casi implorando mi atención "quiero contarte lo que ha pasado pero tengo que tener cuidado de no apresurarme..." Es una novela corta pero enormemente profunda y recomendable sin duda, Mary es un personaje que difícilmente se puede olvidar.


El pelo de Mary era del color de la leche, su lengua afilada y en su cabeza miles de ideas aleteaban como si de mariposas se tratasen. Valiéndose de su agudeza y entusiasmo consigue romper las barreras de la ignorancia y adentrarse en un maravilloso mundo de aprendizaje. Pero quizá el precio a pagar por ésto sea demasiado alto y signifique tomar decisiones que cambien drásticamente su vida. Nell Leyshon me ha dejado sin palabras sorprendiéndome con la destreza y pericia con la que ha jugado conmigo, llevándome a un desenlace totalmente inesperado. Una mezcla de ternura y crudeza que nos desgarra pero que no podemos más que admirar. Dejándome rota por dentro al acabarlo, pero con la sensación de que esta historia me acompañará por mucho tiempo. Sobra decir que está más que recomendada.


El padre de la familia de Mary es un déspota que cree que su mujer e hijas solo están en este mundo para servirle y hacerle las mil y una tareas del campo. Es un abusón que maldice a la vida por no haberle dado ningún hijo varón que lo ayude en su trabajo. La madre secunda al padre y no parece tener ninguna empatía con Mary, a la que toda la familia desecha y no tiene en cuenta para nada por su defecto físico en su pierna y por no tener muchas luces. Solo el abuelo estima de verdad a su nieta pequeña. Solo con él tiene Mary un pequeño espacio de paz y tranquilidad en el agobiante y claustrofóbico seno familiar --no en vano, ellos son los dos miembros defectuosos de la familia, puesto que el abuelo está impedido a causa de una caída--. Y, aún así, la joven ama a su familia y no quiere abandonarla nunca. Por eso trata de oponerse cuando su padre prácticamente la vende al vicario, el señor Graham, para que se vaya a vivir a su casa y cuide a su esposa enferma. Sobrecoge la frialdad con la que la familia despide a Mary cuando toma el camino hacia la casa del vicario. Ni siquiera sus hermanas, con las que se supone ha de tener una relación más estrecha por edad y vínculos, se inmutan ante la pérdida que debería suponer la partida de su hermana pequeña. Beatrice, con quien comparte habitación, solo sabe dormir abrazada a una Biblia que no sabe leer. Y Violet y Hope, envidiosas hasta la médula, compiten entre sí por el amor de Ralph, único hijo del vicario. Un joven egoísta que solo se quiere a sí mismo, que elude todas sus responsabilidades, familiares y extra familiares, y para quien la vida es todo placer y nada de compromiso. Un joven que sabe que Mary es diferente a sus hermanas. Tratará de domarla, pero se dará pronto por vencido. Sabe que nunca cambiará. Mary, por su parte, busca algo en la vida. No sabe exactamente lo que es, hasta que finalmente cae en la cuenta. Tanto en casa de su familia primero, como en la del vicario después, siente que echa algo en falta. Le costará sangre, sudor y lágrimas concluir que lo que tanto ansía es la libertad. Lo que podría ser una vía de escape para ella, una forma de librarse de las cadenas familiares, se convierte en realidad, en una nueva ligazón a otras cadenas. Puede que no tan duras, tan fuertes, pero igual de alienadoras. Y es que, aunque con el señor y la señora Graham se lleva muy bien, la joven chocará con su hijo, Ralph, y también con Edna, la criada, quien ve que su status en la casa del vicario se puede tambalear con la llegada de Mary. Una Edna, por cierto, que supera la treintena y que guarda bajo su cama tres sudarios: el suyo y el de un marido y un hijo que no tiene --ni seguramente ya tendrá--. La opresión que padece Mary en ambas casas contrasta con un entorno casi bucólico: el campo, la granja, sus tareas estacionales --descritas con exquisita delicadeza y todo lujo de detalles--, los animales enjaulados, los libres, el aire del monte y de la colina, la sensación de no querer estar en ningún otro lugar y de vivir apasionadamente y con alegría a pesar de los pesares.Con la señora Graham establece Mary una relación casi materno-filial. Ante el abandono que siente la señora tras la marcha a la universidad de su hijo Ralph, va acogiendo a su nueva criada casi como a una hija. Así, le hará confidencias muy personales. Aunque con el señor Graham no congenia tanto, Mary aprovechará la oportunidad que este le dará de enseñarla a leer y a escribir. Algo impensable para ella y para casi todas las chicas de su edad en aquella época. Quizás la parte más emocionante de la novela resulta ser la que hace referencia a los progresos de la protagonista, que va juntando letras, palabras y párrafos ante la alegría del señor Graham y el sentimiento de orgullo de su abuelo, a quien va informando sobre sus evoluciones lectoescritoras. Así, Mary va dejando de ver en los libros solo rayas negras sin sentido y comenzando a descubrir nuevos mundos. De esta manera, además de la historia que se nos cuenta en ella, la novela puede y debe considerarse también un alegato de la lectura y la escritura. De los libros y de su importancia en la vida de las personas. Algo que nos hace más libres.No en vano, lo que leemos en Del color de la leche no es otra cosa que la vida de la joven escrita de puño y letra por la propia Mary. Una joven trabajadora, apasionada, sin mucha educación, pero que nunca miente, nunca ve lo malo de la vida, no tiene pelos en la lengua y ve en la escritura la forma de contar todo lo que le ha ocurrido durante el último año de su vida. Un año con una serie de vivencias desgarradoras de las cuales la protagonista quiere dejar constancia por escrito. Un escrito urgente que habla de un destino del que no puede escapar por un suceso que el lector deberá ir descubriendo a través de la lectura. Un texto íntimo, personal, minucioso y descriptivo. La vida, vista desde los ojos de los niños, siempre nos sorprende y nos hace aprender cosas nuevas.


Buff... Piel de gallina. Necesitaba esto. Qué personaje tan memorable nos regala la autora. Sinceridad y claridad personificada, sin rodeos, directa al grano, lengua afilada. Una historia de hasta dónde podemos llegar si nos llevan al límite, narrada en primera persona por Mary, que nos cuenta su verdad, la verdad, de lo que ocurrió en aquel año entero, aquel año en que, viéndose empujada a dejar a su familia para servir en casa de un vicario, aprendió a leer, a escribir, a que nadie da nada por nada, a que hay bondad auténtica y bondad disfrazada de intereses ocultos, maldad disfrazada de bondad. Malditos sean. Qué acertado aquello de "lo bueno, si breve, dos veces bueno".


Inusitado....escribo esto con mi propia mano, porque he prometido contar toda la verdad,,,pero no lo he hecho,,, Quien es el verdadero responsable, la culpa no es la respuesta, solo la justificacion para soslayar lo generico de las razones que concitan a cometer actos considerados dolosos, Magníficamente escrito, una manera genial de colocarnos dentro de la mente de los mas desposeidos, de quienes no tienen oportunidades, y de colocar su voz a traves de la unica forma perenne de manifestarnos, la escritura. Escribir, como la unica forma de manifestarse con toda la causa que da forma a la verdad Eme, a , erre , i griega, relata las razones que la han convertido en lo que es, con la unica participacion de su parte de ser ella, y de tener el pelo “ del color de la leche” El resto es el devenir de la historia que le toco vivir, y que otros escribieron por ella, dejando su escritura en un simple borrador, Un palimpsesto apasionante,con un final ....inusitado, Grito desgarrador contra la imposicion y la pobre ( o nula ) libertad de eleccion, en este caso, de las mujeres, de los pobres, de los marginados de la cultura, de aquellos que son diferentes, Otra vuelta de tuerca al eterno mito de Sisifo,


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FRASES DEL LIBRO DEL COLOR DE LA LECHE

ha comido tanto como nuestro cerdo por la mañana. él sonrió. mary,me dijo, permíteme que te dé un consejo. no deberías comparar a la persona que te emplea con un cerdo. ah, le dije, no quería ser maleducada. todos queremos a nuestro cerdo.


Publicado porMonteAquino

a veces tener memoria es una buena cosa, porque ahí está la historia de tu vida y sin ella no habría nada, pero otras veces tu memoria guarda cosas que preferirías no volver a saber nunca y, por mucho que intentes quitártelas de la cabeza, siempre vuelven.


Publicado pormidoriAG

“me preocupo por muy pocas cosas. si no puedo hacer nada, entonces no me preocupo. si puedo hacer algo, entonces lo arreglo y ya no tengo que seguir preocupándome más


Publicado porSoniagh

Me preocupo por muy pocas cosas, si no puedo hacer nada, entonces no me preocupo. Si puedo hacer algo, entonces lo arreglo y ya no tengo que seguir preocupándome más


Publicado porMamencv

Me he estado metiendo en líos toda la vida, le dije, pero eso nunca me ha impedido decir lo que pienso."


Publicado pormarenpergamino

Me he estado metiendo en líos toda la vida, le dije, pero eso nunca me ha impedido decir lo que pienso.


Publicado porBeabargar