DEAD 7

Escrita en primera persona, desde el punto de vista de Katinka, Dead7 es una novela que con su estilo narrativo consigue atrapar desde su primer capítulo e, incluso, desde el muy acertado prólogo de Sergio Rodríguez (Mr. Sandman) que consigue crear el ambiente de tensión que nos acompañará durante el resto de la lectura. El título, aún sin adelantar absolutamente nada de lo que se esconde entre las páginas del libro, ya invita a tomarlo entre las manos y hojearlo para leer algunas frases sueltas que nos atraparán, obligándonos a seguir con la lectura que no podremos acabar hasta finalizarla. Compuesta por 36 capítulos y el epílogo, narrada cronológicamente y con el pulido estilo al que la autora nos tiene acostumbrados, Dead7 consigue crear la duda en el lector planteándonos si leemos ficción como en un comienzo parece o si realmente, los hechos acontecidos en la novela realmente se están dando a cabo a nuestro alrededor. La lectura es fácil y envolvente, con un estilo informal, dirigido a un público juvenil. Con letras de canciones con sus traducciones a español en lugares estratégicos, Anabel nos adentra aún más en el mundo de Dead7 y de su protagonista, sintiendo como ella siente, comprendiendo las dificultades que atraviesa e incluso, consiguiendo que hagamos nuestros sus sufrimientos y dilemas, que no serán pocos. En esta novela no solo nos hablan de suspense, intrigas y terror, encontraremos entre sus capítulos sentimientos enfrentados, conspiraciones y mucho más, haciéndonos incluso dudar del mundo que nos rodea una vez acabada la lectura. Un final que nos deja con ansias de más, con necesidad de saber qué sucederá ahora, qué pasa en el mundo en el que vivimos, ese que creemos conocer. Una historia ficticia que se fusiona con nuestra realidad, jugando con nuestras mentes y generando dudas. Todo un acierto. La autora juega con una baza importante a su favor: conoce sobre lo que escribe y utiliza ese conocimiento para jugar con nuestras mentes y hacernos olvidar que leemos una novela para caer en su trampa tejida con detalles sacados de la realidad mezclados con otros creados por su mente. Por ello, siempre conseguirá confundirnos una y otra vez, necesitando preguntarnos en ocasiones dónde acaba la ficción para dar comienzo a la realidad. Como en cada novela de la autora, tiene pinceladas de su propia personalidad y preferencias literarias y musicales, son pequeños y sutiles detalles que Anabel nos va dejando en sus obras, como pequeñas piezas del puzzle que compone su personalidad. Aunque la obra sea ficción o fantasía, ella siempre dejará algo de sí misma entre las páginas, siendo ese su sello personal a parte de la elegancia que se encuentra en sus libros aunque use un estilo informal, demostrando así que puede escribir sobre cualquier temática y que su pluma destacará siempre, sin defraudar.

Me esperaba otra cosa. La sinopsis me llamaba muchísimo la atención, pero el interior no ha cumplido mis expectativas. Personajes clichés, protagonista sin gracia que hace poco en la trama, aunque le concedo que espabila un poco en las últimas 50 páginas. En general, no me ha gustado.