Sinopsis de CUENTOS REUNIDOS

'Pocas cosas parecen más móviles, inseguras o dispuestas a fugarse que la literatura de Felisberto Hernández. Pero pocos autores tuvieron una claridad tan vigorosa para saber exactamente qué querían y perseguirlo', afirma Elvio E.Gandolfo en su prólogo. Espontánea y profunda a la vez, la obra de este autor conjuga de manera única el sentido del humor y la angustia, el recuerdo y la invención.Este volumen reúne parte de sus textos más significativos.Por los tiempos de Clemente Colling, El caballo perdido y Tierras de la memoria tres libros donde se exploran los recovecos de la memoria, la creación a partir de la elaboración y el análisis de los procesos íntimos de la evocación. 'Nadie encendía las lámparas', 'Menos Julia' y 'El acomodador', tres relatos posteriores a esa serie, van dejando la vía de la evocación para dar lugar a la invención y al misterio, que alcanzan uno de sus puntos más altos en La casa inundada. Completan esta edición el relato 'El cocodrilo' y el manifiesto estético 'Explicación falsa de mis cuentos'.Como sostiene Gandolfo, no hay suerte más envidiable que la de un buen lector que todavía no conozca algo de Felisberto Hernández, sin duda uno de los narradores más excepcionales de la literatura hispanoamericana.

3 reseñas sobre el libro CUENTOS REUNIDOS

"Yo creo que en todo el cuerpo habitan pensamientos, aunque no todos vayan a la cabeza y se vistan de palabras. Yo sé que por el cuerpo andan pensamientos descalzos”. Leer a Felisberto Hernández es adentrarse en un mundo que asombra por su originalidad. Da la sensación de no haber leído nada parecido. Se trató de encasillarlo inútilmente. Su escritura es espontánea pero profunda, conjuga el amor y la angustia de una manera sorprendente. Podría hablarse de cuentos fantásticos, pero no lo son, tampoco realistas (¡para nada!). Un universo único, que sabe hacer palpable a través de su lenguaje sencillo, pero lleno de sutilezas, donde los objetos pueden pensar, enojarse, y las personas que se mueven a partir de lógicas extrañas instaladas por ellos mismos. Uno se deja llevar de las narices como un chico, sorprendido, a través del relato. En los primeros tres cuentos (los más largos) el autor se mete en la memoria y el recuerdo. Las cosas no son como se las añora, todo está mezclado, como una masa a la que trata de estirar, se mezclan sucesos de diferentes tiempos, salta de un recuerdo a otro dándole un nuevo sentido e interpretación. En los siguientes, van dejando la evocación para adentrarse en terrenos donde la invención y el misterio ganan terreno, el humor siempre está presente así como la sorpresa. Completan esta colección un breve manifiesto donde intenta "explicar" sus cuentos y cierra con el relato "El cocodrilo", un relato tan cómico como perturbador. Lamento que Felisberto Hernández no tenga el reconocimiento que merece. Debería estar en el Olimpo de los cuentistas latinoamericanos, junto a Borges, Ocampo, Cortázar (que lo admiraba profundamente) o Bolaño. Una joya escondida.


Italo Calvino alguna vez dijo: “Felisberto Hernández es un escritor que no se parece a nadie”, y, más tarde, podemos decir que dentro de la literatura, es justo reconocer su impronta en autores como Cortázar, Onetti y hasta el mismo García Márquez. Como toda selección, este libro puede ser un poco arbitrario en los cuentos que contiene, pero a través de su lectura puede uno hacerse una idea cabal de las inquietudes, obsesiones, asociaciones de ideas un poco caprichosas pero siempre efectivas, y algunas digresiones que Felisberto utiliza en sus relatos. Hay aquí algunos cuentos sencillamente excelentes como Nadie encendía las lámparas, Menos Julia o El acomodador, y algún otro más autobiográfico como Por los tiempos de Clemente Colling. Transcribiré sólo una parte de un cuento: “Aquí hizo un silencio y su mano empezó a revolotear sin saber dónde posarse; pero su cara había hecho una sonrisa. Yo le dije un poco en broma: -Si tienes alguna...rareza que te incomode, yo tengo un médico amigo... El no me dejó terminar. Su mano se había posado en el borde del jarrón; levantó el índice y parecía que aquel dedo fuera a cantar. Entonces mi amigo me dijo: -Yo quiero a mi...enfermedad más que a la vida. A veces pienso que me voy a curar y me viene una desesperación mortal. -Pero qué...cosa es esa? -Tal vez un día te lo pueda decir. Si yo descubriera que tú eres de las personas que pueden agravar mi...mal, te regalaría esa silla nacarada que tanto le gustó a tu hija. Yo miré la silla y no sé por qué pensé que la enfermedad de mi amigo estaba sentada en ella”. Lo que sí podemos saber es que cuando uno termina de leer un cuento de Felisberto se queda siempre con la inquietante sensación de haber leído algo único, y de más está decirlo, irrepetible.


Mi primer contacto con FELISBERTO HERNÁNDEZ fue la lectura de este libro. Comparo el instante en que descubrí a Hernández con otros: cuando se me develó Thomas o Kafka. Reparo en el cuento “El acomodador” que es un clásico de Hernández, lleva su sello, su rareza, y (como todos los clásicos) se redescubre en cada lectura. Podría decir que es un cuento fantástico pero para el autor la luz que sale de los ojos del protagonista no tiene mucha importancia. Se nota en este cuento la influencia de Husserl a quien el uruguayo descubrió a través de Henri Bergson. Mi recomendación: Si te gustan los cuentos fantásticos (si te gustan Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo) tenés que leer a Felisberto Hernández. No es tan conocido como los “consagrados” pero no tiene nada que envidiarles.


MÁS LIBROS DEL AUTOR FELISBERTO HERNANDEZ


TAMBIÉN SE BUSCÓ EN LITERATURA CONTEMPORÁNEA


RELATOS I

JOHN CHEEVER

Calificación General: 9,1Por leer

PLÁSTICO CRUEL

JOSÉ SBARRA

Calificación General: 8,8Por leer