El trinomio competencias -formación- edad adulta es más significativo si se contempla desde la óptica del lifelong learning. Este movimiento, en los últimos decenios, se ha centrado en las dimensiones del aprendizaje y el aprendizaje permanente. No obstante, si se acepta -como lo hacen los autores- la noción de aprendizaje permanente como referencia teórica y práctica de la formación, también se tiene que ser conscientes de que se modifica radicalmente el horizonte conceptual de la acción formativa con y de las personas adultas.