Plauto es sobre todo conocido como el primer dramaturgo de la historia de la literatura occidental y, en consecuencia, fuente inagotable de imitación par autores posteriores, ll´´amense Molière o Lope de Vega. No es que Plauto sea actual o moderno, sino que la comedia, concebida como medio de expresión popular, parece volver siempre a sus orígenes.