Crónicas que intentan dejar la noción de una endemia colombiana: la violencia en todas sus manifestaciones, que nos llegó con la invasión de América y que se hace más patética en la época de la Republica. Tras ella, el éxodo que en las últimas décadas ha llevado a miles de gentes de la zona andina y de los litorales a morir en la tierra paupérrima de las selvas; a emigrar hacia Venezuela, Ecuador, Panamá y el Caribe, en forma de mercado humano, o hacia los Estados Unidos y Europa, portando droga. Finalmente, como una consecuencia de esa “expansión” nacional, el drama del indígena, perseguido por quienes en carne propia han aprendido a perseguir.
Si bien no se repiten los hechos con la misma claridad que ha antecedido la historia, si se repiten las formas en como ésta se va sucediendo. Eso es Colombia amarga. Un retrato de hechos horrible acontecer pero que hoy Colombia repite en sus formas.
Es uno de los libros que más me ha impactado, lo es más para mí porque yo soy de mi hermosa colombia y se de primera mano lo que hace la pobreza a personas(niños, a NIÑOS) con la mente débil y que no tienen a alguien a quien aferrarse y ser su ejemplo a seguir, logra captar esa escencia y no censura nada simplemente maravilloso libro, digno del autor...