Exponente por antonomasia del brutalismo en la literatura, las historias cortas de Rubem Fonseca evidencian con crudeza la violencia implícita tanto en la sociedad como en el individuo. Proxenetas, asesinos a sueldo, ladrones, charlatanes, racistas, mediocres con ínfulas de suficiencia y hasta caníbales son los protagonistas de estos cuentos que adquieren su dimensión real, cómica y trágica, en la implacable descarnadura del lenguaje y en las distintas situaciones que los ponen de frente a la atrocidad de sus acciones y, sobre todo, de lo que piensan y sienten. Carne cruda reúne veintiséis relatos inéditos del narrador que cambió para siempre el cuento moderno. Transgresor inmisericorde, el autor exfolia las palabras de sus connotaciones vacuas hasta que, con ironía y humor negro, penetran en la esencia misma de lo cruel y en la inevitable tendencia humana hacia el crimen, que aparece en los contextos más insospechados.
Los cuentos de Rubem Fonseca siempre tan explícitos y sin censura me encantan. Mucha gente los considera un poco asquerosos, pero ni madres, de lo que habla Fonseca son justo de las cosas que nos hacen ser humanos: el sexo sin tapujos, los fetiches, la destrucción y el mal común, todos tenemos algo de eso y Fonseca lo retrata de de una forma cruda y real. Recomiendo mucho los cuentos que se titulan "Diarrea", "Me gusta ver el mar", "El ser breve", "Noel", "Pienso y hablo" y justo el cuento que da nombre a este libro "Carne cruda". Es un libro crudo, pero no es difícil de leer. Además, el tamaño de la letra ayuda mucho a que la lectura sea muy fluida. Espero le den una oportunidad a este gran libro.