Las islas siempre han representado un destino exótico y misterioso. Han sido mucho más que una porción de tierra rodeada de agua por todas partes, como dice el diccionario, y dentro de la literatura han tenido una función mítica: la de alcanzar un objetivo imposible, una utopía o una quimera, como aquella ínsula Barataria del Quijote. Así definí las islas en uno de mis libros, en el que buena parte de los capítulos narraban carreras en islas, a veces afrontando recorridos de más de cien kilómetros que incluían noches en vela. Jorge González de Matauco
La obra de Ander Claver y Janire Nogales se trata de una guía de viajes que nos lleva por islas poco conocidas de África, América, Asia, Europa y Oceanía con un único punto en común: son islas sin coches. La elección de estas islas y de la falta de vehículos motorizados se debe a que los autores, de una manera sutil, buscan proponer un turismo diferente alejado de los destinos turísticos típicos y también alejados de la contaminación, por eso que las islas sean "sin coches". Es decir, nos proponen una manera sostenible y diferente de hacer turismo. En el viaje por las diferentes islas, además de aprender sobre su historia y sus atractivos turísticos, los autores reflexionan sobre la cotidianidad gris de las sociedades modernas y sobre qué es lo que buscamos en estos viajes, además. En resumen, se trata de una obra sencilla, ligera, muy informativa y que nos da qué pensar.
Es un atlas, una guía de viajes y un libro lleno de ilustraciones. Los autores de este libro han querido familiarizarnos con entornos idílicos e islas prístinas en las que no hay vehículos motorizados, y por lo tanto, la polución es escasa. A través de fichas técnicas, ilustraciones y mapas, el lector se sitúa, se siente en el lugar y adquiere conocimientos geográficos de la manera más entretenida y divertida que te puedas imaginar.