Hacia finales de la década de los setentas, Mary Ellen Miller consultó, para su tesis sobre pintura mural en Bonampak, a la eminencia en arte maya Tatiana Proskouriakoff. Fue entonces cuando un comentario de la experta incidió en su trabajo: el deseo por recopilar las nociones del arte maya, no en casos concretos sino en su universo referencial completo. Arte y arquitectura maya es el resultado de dicha insinuación, un genuino intento por entender y compendiar cada estrato de significación de la escultura, la arquitectura y la cerámica de tan importante cultura mesoamericana, así como abordar descubrimientos arqueológicos de la zona y nuevos análisis sobre la escritura maya.